Desde hace cinco años, el cáncer de cuello uterino es visto con otros ojos. En 2008, uno de los Nobel de Medicina
le fue otorgado al científico alemán Harald zur Hausen, quien
identificó las cepas del virus de papiloma humano (VPH) que están
asociadas al cáncer de cuello uterino, y que permitieron el desarrollo
de la vacuna contra el VPH.
"Desde entonces se considera un cáncer prevenible. La gran diferencia entre este carcinoma y otros es que es prevenible, detectable y curable en un amplio margen de tiempo. El de mama, por ejemplo, no es prevenible pero sí puede detectarse en etapa precoz", señaló Patricia Ortega, ginecoobstetra.
La
especialista explicó que está demostrado que para que aparezca el
cáncer de cuello uterino debe haber existido una infección previa persistente del VPH,
la cual ocurre muchos años antes de que se desarrolle el cáncer; por
eso, "si prevenimos que nuestras mujeres tengan una infección por VPH, podemos prevenir el cáncer de cuello uterino".
La premisa de "persistente" es fundamental, porque el VPH es una infección que puede desaparecer sola, "el sistema inmunitario de la persona lo elimina de forma natural, en dos años, por lo general", detalla la información emitida por el CDC de Atlanta sobre este virus. "Pero la infección que no se quita tras diagnosticarse y tratarse, es la que 5 o 10 años después puede causar el cáncer", precisó Ortega.
Además del VPH, otros factores de riesgo para este carcinoma son el tabaquismo, los problemas nutricionales, haber tenido muchos hijos o haberlos tenido a una edad precoz (porque el tejido del útero está inmaduro y sufre por esos embarazos tempranos), así como la falta de acceso a servicios de salud porque, en estos casos, las mujeres no pueden recurrir al principal método de pesquisa que es la citología.
Fácil y efectivo. La citología es el estudio más confiable para hacer el despistaje o diagnóstico de cáncer de cuello uterino, pues en un período de 10 años desde que ocurre la infección, la citología puede detectar si hay anormalidades en las células del cuello uterino (si se malignizaron).
"Esos procesos celulares tardan muchos años, pero en esos años puedes hacer pesquisa, dar tratamiento para la infección y hacer biopsias sin que haya llegado el cáncer. La citología es muy sencilla, además de ser barata, y puedes hacer con ella el diagnóstico precoz".
Ortega destaca que la citología debe hacerse todos los años, pero la realidad venezolana indica que las mujeres no van con frecuencia al control ginecológico y por ello "los casos van en aumento".
Ortega aclara que hay más de 100 cepas de VPH, las más frecuentes asociadas a este carcinoma son el 16 y el 18, y los que causan verrugas no son los que desarrollan el cáncer.
Los diagnósticos son más frecuentes en mujeres de entre 30 y 40 años, en edad reproductiva, porque se infectan de VPH de joven, cuando inician su actividad sexual.
"La infección de VPH no es un asunto sólo de mujeres. La pareja también debe tratarse, es un asunto de todos. El VPH también afecta a los hombres y también está asociado al cáncer de pene y de ano", indicó.
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