En ocasiones anteriores Cochez ha lanzado al ruedo mediático
informaciones similares, mentirosas y escandalosas, que pretenden llamar
la atención de los medios amarillistas de la ultraderecha.
Guillermo Cochez, ex embajador de Panamá ante la Organización de Estados
Americanos (OEA), insiste en presionar al Gobierno de Venezuela a
mostrar pruebas sobre el estado de salud del presidente Hugo Chávez.
Esta vez aseguró para el medio español NTN24, que “el presidente Chávez
desde el 30 de diciembre pasado tiene muerte cerebral [y que] habría
sido desconectado de las máquinas que lo mantenían con vida hace cuatro
días por órdenes de sus hijas”.
En ocasiones anteriores Cochez ha lanzado al ruedo mediático informaciones similares, mentirosas y escandalosas, que pretenden llamar la atención de los medios amarillistas de la ultraderecha internacional; recordemos que fue él quien presuntamente publicó mediante su cuenta de la red social Twitter la falsa foto del presidente Chávez entubado, publicada en primera página por el diario El País.
La veracidad de la imagen fue rápidamente desmentida al conseguir el video del cual la habían sacado, que se trataba de un paciente en México que había sufrido, en el año 2008, dos infartos seguidos y sus médicos intentaban reanimarlo. El diario El País tuvo que solicitar disculpas por la publicación, y Cochez tuvo que buscar nuevos elementos para sus pretensiones de desestabilizar al país.
Su interés en los asuntos venezolanos es evidente, sin embargo, Cochez insistió durante la entrevista en NTN24 que la fuente era periodística y del Gobierno, e hizo énfasis en que “no conozco a Henrique Capriles, he recibido una llamada en mi vida de María Corina Machado y hace dos años desayuné con Leopoldo López, pero no tengo ninguna relación con la oposición de Venezuela”, aún y cuando en su cuenta oficial de Twitter 30 de sus 99 contactos pertenecen a medios, voceros y líderes de la oposición venezolana.
El abogado y político de la ultraderecha cristiana en Panamá, cuando ostentaba la vocería de su país en la mesa de la OEA, también dijo que la democracia en Venezuela era “enferma” y que si este organismo no intervenía en los asuntos internos de este país, debía ser cerrado. Sus ofensivas declaraciones fueron condenadas por los miembros de la organización, y hasta desautorizadas por el canciller de Panamá, Rómulo Roux, quien lo destituyó inmediatamente del cargo por irresponsable.
Cochez atacó a José Miguel Insulza, por respetar el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, el pasado 9 de enero de 2013, en relación al Art. 231 de la Constitución de Venezuela, en el cual se posterga la toma de posesión del presidente de la República, Hugo Chávez, hasta su recuperación.
Como cualquier otro de los factores de oposición, el ex canciller de la OEA cuestionó la foto del presidente Chávez con sus hijas, mostradas el pasado 15 de enero por el ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, quien lo acompañó durante los momentos más complejos de la intervención. “Fueron tan burdos, que la hija de Chávez que había sido sometida a una operación de la nariz hace un año, allí aparecía como estaba antes”. Sin embargo, esta nueva mentira de Cochez y sus aliados se encargó de desmentirla la propia María Gabriela Chávez, quien hizo mofa de los absurdos comentarios agradeciendo a su maquillador el trabajo que realizó. “Gracias al excelente trabajo de @eibarmakeup ahora dicen que me operé la nariz. Gracias mi bichi. Te quiero”, publicó en Instagram la hija del Presidente.
El escándalo que pretende levantar Cochez con sus declaraciones no persigue nada nuevo, sino lo mismo que ha venido solicitando la oposición nacional e internacional desde que Chávez fue a realizarse su intervención quirúrgica. Para la ultraderecha, no hay pruebas que valgan, y después que pidieron que se fuera, ahora quieren verlo, quieren oírlo.
Lo que no termina de entender Cochez ni esta oposición venezolana es que a Chávez pueden verlo y oírlo todos los días, porque tiene más de 8 millones de rostros, voces y cuerpos en los que se hizo inmortal. Chávez está en el hombre y la mujer que salen cada día a trabajar con una ley justa, en el soldado que ahora no le dispara a su pueblo sino que lo defiende, está en el niño que recibe una canaimita y educación de calidad en todos los niveles, en los abuelos que tienen una pensión digna y que se paga a tiempo, es las familias que continúan recibiendo un techo digno, en la organización popular, en cada espacio de recreación sano y diverso, en el deportista o el músico que triunfa dentro y fuera de nuestras fronteras y con orgullo dice que es venezolano, en las expresiones de cultura nuestroamericanas, en la hermandad con los países de la patria grande que soñó Bolívar, y pare usted de contar.
“Hoy tenemos patria”, así lo dijo Chávez en el mes de diciembre, y anunció durante toda su campaña presidencial lo que no escuchó Cochez ni la ultraderecha venezolana, que “Chávez es un pueblo”.
En ocasiones anteriores Cochez ha lanzado al ruedo mediático informaciones similares, mentirosas y escandalosas, que pretenden llamar la atención de los medios amarillistas de la ultraderecha internacional; recordemos que fue él quien presuntamente publicó mediante su cuenta de la red social Twitter la falsa foto del presidente Chávez entubado, publicada en primera página por el diario El País.
La veracidad de la imagen fue rápidamente desmentida al conseguir el video del cual la habían sacado, que se trataba de un paciente en México que había sufrido, en el año 2008, dos infartos seguidos y sus médicos intentaban reanimarlo. El diario El País tuvo que solicitar disculpas por la publicación, y Cochez tuvo que buscar nuevos elementos para sus pretensiones de desestabilizar al país.
Su interés en los asuntos venezolanos es evidente, sin embargo, Cochez insistió durante la entrevista en NTN24 que la fuente era periodística y del Gobierno, e hizo énfasis en que “no conozco a Henrique Capriles, he recibido una llamada en mi vida de María Corina Machado y hace dos años desayuné con Leopoldo López, pero no tengo ninguna relación con la oposición de Venezuela”, aún y cuando en su cuenta oficial de Twitter 30 de sus 99 contactos pertenecen a medios, voceros y líderes de la oposición venezolana.
El abogado y político de la ultraderecha cristiana en Panamá, cuando ostentaba la vocería de su país en la mesa de la OEA, también dijo que la democracia en Venezuela era “enferma” y que si este organismo no intervenía en los asuntos internos de este país, debía ser cerrado. Sus ofensivas declaraciones fueron condenadas por los miembros de la organización, y hasta desautorizadas por el canciller de Panamá, Rómulo Roux, quien lo destituyó inmediatamente del cargo por irresponsable.
Cochez atacó a José Miguel Insulza, por respetar el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, el pasado 9 de enero de 2013, en relación al Art. 231 de la Constitución de Venezuela, en el cual se posterga la toma de posesión del presidente de la República, Hugo Chávez, hasta su recuperación.
Como cualquier otro de los factores de oposición, el ex canciller de la OEA cuestionó la foto del presidente Chávez con sus hijas, mostradas el pasado 15 de enero por el ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, quien lo acompañó durante los momentos más complejos de la intervención. “Fueron tan burdos, que la hija de Chávez que había sido sometida a una operación de la nariz hace un año, allí aparecía como estaba antes”. Sin embargo, esta nueva mentira de Cochez y sus aliados se encargó de desmentirla la propia María Gabriela Chávez, quien hizo mofa de los absurdos comentarios agradeciendo a su maquillador el trabajo que realizó. “Gracias al excelente trabajo de @eibarmakeup ahora dicen que me operé la nariz. Gracias mi bichi. Te quiero”, publicó en Instagram la hija del Presidente.
El escándalo que pretende levantar Cochez con sus declaraciones no persigue nada nuevo, sino lo mismo que ha venido solicitando la oposición nacional e internacional desde que Chávez fue a realizarse su intervención quirúrgica. Para la ultraderecha, no hay pruebas que valgan, y después que pidieron que se fuera, ahora quieren verlo, quieren oírlo.
Lo que no termina de entender Cochez ni esta oposición venezolana es que a Chávez pueden verlo y oírlo todos los días, porque tiene más de 8 millones de rostros, voces y cuerpos en los que se hizo inmortal. Chávez está en el hombre y la mujer que salen cada día a trabajar con una ley justa, en el soldado que ahora no le dispara a su pueblo sino que lo defiende, está en el niño que recibe una canaimita y educación de calidad en todos los niveles, en los abuelos que tienen una pensión digna y que se paga a tiempo, es las familias que continúan recibiendo un techo digno, en la organización popular, en cada espacio de recreación sano y diverso, en el deportista o el músico que triunfa dentro y fuera de nuestras fronteras y con orgullo dice que es venezolano, en las expresiones de cultura nuestroamericanas, en la hermandad con los países de la patria grande que soñó Bolívar, y pare usted de contar.
“Hoy tenemos patria”, así lo dijo Chávez en el mes de diciembre, y anunció durante toda su campaña presidencial lo que no escuchó Cochez ni la ultraderecha venezolana, que “Chávez es un pueblo”.
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