El 12 de marzo es
el Día Mundial del Glaucoma, enfermedad considerada la segunda causa
común de
ceguera en el mundo, así lo informó Israel Bermúdez, coordinador del
Programa
Nacional de Salud Visual del Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS).
El glaucoma es una
enfermedad ocular caracterizada por el aumento de la presión interna
del ojo,
causando lesiones en el nervio óptico. Esto se traduce en una
progresiva
pérdida de visión, que de no recibir tratamiento oportuno, conlleva a
la
ceguera permanente.
Bermúdez señaló que
existen muchos tipos de glaucomas pero los más frecuentes son el
“crónico o de
ángulo abierto” y el “agudo o de ángulo cerrado”. En la forma crónica,
el
aumento de la presión es moderado, por lo que habitualmente no da
molestias y
se produce un lento deterioro de la visión, que inicialmente es
imperceptible
por el paciente. La forma aguda se presenta repentinamente y con
presiones
intraoculares muy altas, fuerte dolor, ocasionando la abrupta pérdida
de la
visión.
Síntomas
Los pacientes pueden manifestar dificultades para adaptar
la vista a la
oscuridad, tienen pérdida de la visión lateral, halos o arcoíris
alrededor de
las luces y dificultad para enfocar objetos muy próximos.
En el caso del glaucoma agudo el paciente puede
manifestar dolor intenso
en los ojos, visión borrosa y ojos rojos, y si la persona tiene nauseas
y
vómitos debe ser atendido inmediatamente.
Prevención
Bermúdez indicó que
el glaucoma puede presentarse en niños, aunque con mayor frecuencia
ocurre
después de los 40 años de edad, y con un alto riesgo en la raza afro
descendiente, diabéticos y aquellos que tengan antecedentes familiares
de esta
enfermedad.
Como generalmente
no da síntomas, la mejor forma de prevenirlo es estar informado y
asistir al
especialista para chequear sus ojos al menos una vez al año. El uso
indebido y
prolongado de colirios con esteroides, también puede ocasionar
glaucoma, por lo
que deben ser usados estrictamente bajo indicación y supervisión de un
oftalmólogo.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es disminuir la presión
intraocular en los
casos de tensión elevada y prevenir la lesión de las estructuras
internas del
ojo; se recomienda usar gotas, prescritas por el especialista. La
cirugía con láser
se reserva sólo para aquellos casos en los que el glaucoma no pudo
controlarse
con medicamentos, o en casos de glaucoma agudo.
Si el tratamiento con láser no funciona, se puede
utilizar microcirugía
creando una nueva vía de drenaje del líquido intraocular, que se
encuentra a
mayor presión. El éxito del tratamiento dependerá del tipo y grado de
glaucoma,
así como de su rapidez en el diagnóstico, de allí la importancia de
acudir al
oftalmólogo.
La falta de tratamiento oportuno, así como el
incumplimiento de las
indicaciones por parte del paciente acerca del uso diario de sus gotas
u otros
medicamentos, determinarán la progresiva e irrecuperable pérdida de la
visión.
Por el contrario, un tratamiento bien llevado y consultas anuales,
significará con
seguridad un futuro visual mejor.
Consejos
para quienes sufren de glaucoma
Use los medicamentos como se los indicó su oftalmólogo,
no cambie el
producto ni las dosis o frecuencias de sus medicamentos, en caso de
molestias
consulte a su médico, asista a los controles, asegúrese de haber
entendido bien
las indicaciones realizadas por el especialista.
Por último, Bermúdez expresó que el glaucoma es una
enfermedad
silenciosa, y
no muestra
manifestaciones hasta que se encuentra muy avanzada. Para evitar llegar
a esta
condición es fundamental un diagnóstico oportuno y un tratamiento
adecuado de
la enfermedad; así como una revisión exhaustiva por parte
del
oftalmólogo que permitirá controlar la presión ocular y detectar
pérdidas de
visión antes que el paciente lo note. No obstante, la asistencia médica
y el
tratamiento no son suficientes, si usted no toma conciencia sobre la
importancia de las recomendaciones señaladas.
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