Si estás pensando que este artículo es
sólo para las personas que padecen de diabetes, ¡ten cuidado! La
resistencia a la insulina suele suceder a veces antes de que se inicie
la diabetes y tu estilo de vida influye mucho en que desarrolles este
problema. Vale la pena que estés enterado de qué se trata para que
puedas prevenirla a tiempo.
Empecemos por aclarar qué es la
insulina… Es una hormona que produce tu páncreas y que ayuda a controlar
el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre. Cuando el nivel de glucosa
(azúcar) en tu sangre se eleva, el páncreas empieza a producir insulina,
la cual se adhiere a las células para permitir que la glucosa entre a
ellas. Las células necesitan la glucosa ya que es su fuente principal de
energía.
La resistencia a la insulina sucede
entonces cuando las células se vuelven literalmente resistentes al
efecto de la insulina en ellas. Esa insulina no funciona bien, las
células necesitan cada vez más insulina para permitir que la glucosa
entre a ellas y esto hace que el azúcar en la sangre suba y la energía
en las células baje. El páncreas sigue produciendo cada vez más insulina
en respuesta a la elevación de la glucosa en la sangre, pero el cuerpo
no reacciona como debe. Y ahí es cuando todo se complica, pues los
niveles de azúcar en la sangre empiezan a aumentar sin que nada los
controle y se desarrollar enfermedades como pre-diabetes, diabetes tipo
2, endurecimiento de las arterias (Ateroesclerosis) o enfermedades del
corazón, entre otras.
¿Qué genera la resistencia a la
insulina? Aún no se sabe específicamente qué causa esta resistencia
celular, pero parece estar relacionada con ciertos factores de riesgo
como…
- Antecedentes familiares, es decir, si tus padres o hermanos tienen diabetes
- Obesidad, especialmente cuando hay grasa acumulada en el abdomen
- Estilo de vida sedentario
Es muy común que cuando se habla de
Resistencia a la Insulina, se le confunda con Diabetes Tipo 2 o con el
Síndrome Metabólico, como si fueran lo mismo, y no lo son. Veamos por
qué:
Por un lado, la Resistencia a la
Insulina es una condición que puede provocar la Diabetes Tipo 2 (que
también se llama sólo diabetes por ser la más común). Pero no es sólo la
causa de esta enfermedad, sino que además es su característica
principal, que la diferencia de la Diabetes Tipo 1.
Por otro lado, la Resistencia a la
Insulina está asociada con una condición cada vez más frecuente
denominada Síndrome Metabólico o Síndrome X. Este Síndrome es una
combinación de factores. Se diagnostica si se tienen tres o más de los
siguientes:
· Presión arterial de 130/85 mmg/HG o más
· Glucosa (azúcar) en ayunas de 100 mg/dl o más
· Diámetro de la cintura de hombres: 40 pulgadas o más
· Diámetro de la cintura de mujeres: 35 pulgadas o más
· Colesterol bueno (HDL) bajo en hombres: menos de 40 mg/dl
· Colesterol bueno (HDL) bajo en mujeres: menos de 50 mg/dl
· Triglicéridos elevados, 150 mg/dl o más altos.
El Síndrome Metabólico al igual que la
Resistencia a la Insulina, la Pre-Diabetes y la Diabetes aumentan el
riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, derrames cerebrales,
entre otros problemas.
O sea, la Resistencia a la Insulina
puede marcar el inicio de la Diabetes y de otras complicaciones serias
de la salud. Así que vale la pena actuar para prevenirla.
El problema es que la resistencia a la
insulina generalmente no da síntomas y frecuentemente no se detecta
hasta que tus niveles de azúcar se elevan. Por eso, si consideras que
tienes algunos de los factores de riesgo que mencionamos, lo mejor es
que empieces a cambiarlos cuanto antes. La Resistencia a la Insulina
empieza a causar problemas cardiovasculares antes de que se desarrollen
síntomas o se diagnostique diabetes.
Sabemos que cambiar la herencia familiar
es imposible, pero adelgazar, disminuir la grasa del abdomen, hacer
ejercicio y mejorar los hábitos alimenticios, son estrategias sumamente
efectivas para evitar o reducir la resistencia a la insulina. Y así
disminuir tus riesgos de desarrollar problemas de salud en el futuro.
Cuida tu cuerpo, sólo tienes uno y te tiene que durar toda tu vida.
¡Vale la pena!
Ahora, ¿cómo evitar que la prediabetes o resistencia a la insulina se convierta en diabetes?
De acuerdo a la edición de agosto de
“Mayo Clinic Health Letter”, es posible evitar que la resistencia a la
insulina y la prediabetes se conviertan en diabetes con cambios en la
dieta y el estilo de vida.
En personas con resistencia a la
insulina, las células no responden normalmente a la insulina ni a la
glucosa que es el combustible del cuerpo. Como resultado, el cuerpo
produce más insulina para superar esta resistencia. Con el tiempo, las
células se vuelven más resistentes, y el cuerpo no puede mantener el
nivel de producción de insulina, los niveles de glucosa en la sangre se
elevan y finalmente se desarrolla la diabetes tipo 2.
Sin
embargo, la evolución de prediabetes a diabetes tipo 2 con frecuencia
puede detenerse. Un estudio extenso conocido como el Diabetes
Prevention Program, descubrió que, en adultos mayores de 60 años,
ciertos cambios sencillos en el estilo de vida reducían este riesgo de
progresión hasta en un 71%. Los participantes que más redujeron su
riesgo fueron los que:
· Consumieron menos calorías y disminuyeron el consumo de grasa.
· Hicieron ejercicio equivalente a una caminata diaria de 30 minutos a paso rápido, cinco veces a la semana.
· Perdieron un poco de peso. La
meta era perder 7% del peso corporal; por ejemplo, 14 libras para una
persona que pesaba 200 libras.
Aparentemente, la causa de la resistencia a la insulina es una combinación de factores genéticos y de estilo de vida.
Los factores de riesgo son: estilo de
vida sedentario e historia familiar de diabetes. Otro factor de riesgo
es pertenecer a uno de los siguientes grupos étnicos: afroamericano,
nativo americano, asiático, hispano o isleño del Pacífico. Para
aquellas personas que ya presentan resistencia a la insulina, el
sobrepeso, especialmente con exceso de grasa alrededor del abdomen es el
factor de riesgo que puede modificarse más fácilmente para evitar
desarrollar diabetes tipo 2.
Se ha comprobado que varios medicamentos
pueden reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Aunque los
estudios presentan muchas limitaciones, al parecer la metformina es la
que produce mejores resultados. El medicamento es menos efectivo en
adultos mayores de 45 años y no se recomienda en pacientes mayores de 60
años. Aún para los adultos jóvenes, la metformina no es tan efectiva
como lo son la pérdida de peso y el ejercicio.
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