Estuvo 11 días recluida en el hospital Pérez Carreño y falleció a consecuencia de un trombolismo pulmonar que le ocasionó la sustancia
A consecuencia de un trombolismo pulmonar luego de que le inyectaron
biopolímeros en los glúteos, murió Adriana Carolina Hernández, de 26
años de edad, el miércoles en el Hospital Pérez Carreño. Hernández era
comunicadora social egresada de la Universidad Católica Santa Rosa y
laboraba como productora de comerciales en una empresa independiente.
Norys
García, madre de la joven, explicó que el viernes 26 de abril a las
2:00 pm su hija le dijo que iba casa de la costurera y ella le dio 200
bolívares para que tomara un taxi porque estaba lloviendo. Luego regresó
a la casa. Al día siguiente la joven comenzó a presentar náuseas. El
domingo en la madrugada continuó con los malestares, se desmayó y la
familia la llevó al Pérez Carreño donde entró en coma. García dijo que
los médicos de ese centro le explicaron que cuando se inyectan
biopolímeros se corre el riesgo de afectar una arteria o un vaso
sanguíneo y cuando esto sucede los biopolímeros se van al cerebro o los
pulmones.
Antes de que la llevaran al hospital, Hernández le dijo
a su mamá lo que le habían inyectado en un consultorio de la
Policlínica Metropolitana. La División contra Homicidios del Cicpc se
encargó de la pesquisa.
Es el segundo de los hijos que García
pierde. En noviembre de 2011, le mataron a un hijo en la Cota Mil para
robarle la moto y una pistola. Formaba parte del equipo de escoltas del
diputado Freddy Bernal. Hasta ahora el caso no ha sido resuelto.
En
el tiempo que Norys García estuvo en el Pérez Carreño se enteró de que
en 2013 han muerto tres mujeres en ese centro por inyección de
biopolímeros
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