Piden que Pdvsa Gas cumpla promesa de hacer una escuela.
En el caserío El Naranjal, parroquia Cecilio Acosta de
Guaicaipuro, viven 400 familias que desde hace 10 años luchan por la
construcción de una escuela que incluya los niveles básico y
bachillerato.
El vecino Silvio Morillo indicó que el liceo más cercano es el San Diego de Alcalá, en el que ya no cabe un estudiante más y que queda a 17 kilómetros de distancia. Además, por tratarse de un sector rural y montañoso, a los chamos les toma dos horas y media llegar al plantel en transporte público, por lo que los padres terminan buscando cupo en Caracas; de todos modos, esto los obliga a salir a las 3 am de sus casas para llegar a tiempo a clases.
Hace siete años Pdvsa Gas se comprometió a construirles un plantel en un galpón que había recuperado la comunidad, como contribución social porque en la zona se construye un ambicioso gasoducto que conecta a una planta de Valles del Tuy con otra de Tacoa, estado Vargas.
"Tomaron el galpón como centro de acopio de maquinaria y materiales. Instalaron la tubería de gas cerca de la estructura y ahora dicen que no harán el colegio allí porque no es seguro", refirió Morillo.
La comunidad asegura que cuentan con dos terrenos más para que Pdvsa Gas no se vaya con la cabuya en la pata.
"La mayoría de estos chamos opta por caminar dos horas hasta la Cortada del Guayabo exponiéndose a muchos peligros para tomar un autobús, pues la mayoría estudian en Coche", dijo la vecina Maritza Graterol.
Aseguran que el rendimiento académico de los estudiantes no es bueno, debido a que salen a mitad de la noche, "cuando entran a clases a las 7 am ya no rinden y los vence el sueño".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario