El Nacional, 24 de marzo de 1988 |
Más allá de las etiquetas, la red Twitter puede ser una excelente
plataforma de debate. “Tengo 63 años y llegúe a Twitter cargada de
memoria”, comentó @AlidaFreites_tw mientras discutía con un opositor que defendía el paro de profesores universitarios, ello a pesar del aumento anunciado por el gobierno, que se traduce en un incremento de entre Bs. 4.500 a 8 mil mensuales para
los docentes a dedicación exclusiva. Freites recordó que los profesores
no siempre fueron tratados de esa manera: en 1988 exigían apenas 25 por
ciento de aumento y fueron a paro durante 4 meses. El gobierno de
Lusinchi los confrontó: sus sueldos fueron retenidos. Al final, tuvieron que conformarse con 15 por ciento de aumento. Vea la investigación hemerográfica realizada por Alba Ciudad.
Investigación: Kenny Castillo y Luigino Bracci (Alba Ciudad)
Agradecimientos a la Biblioteca Nacional
Agradecimientos a la Biblioteca Nacional
Terminaba el año de 1987. Los profesores universitarios, cuyos
sueldos era vapuleados por la escalada inflacionaria tras el “viernes
negro”, no pudieron llegar a un acuerdo con el Ministerio de Educación
luego de dos años con alta inflación: 10 por ciento en 1986 y 25 por
ciento en 1987. Por ende, el 1 de enero de 1988 se fueron a un paro de
todas las universidades públicas del país, acatada por profesores,
empleados y obreros. Exigían 25 por ciento de aumento salarial.
A diferencia de la situación actual, en aquel momento el gobierno de
Jaime Lusinchi no fue propenso al diálogo. El ministro de Educación de
aquel entonces, Pedro Cabello Poleo, ofreció un aumento de apenas 5 por
ciento (el mismo que acababan de aceptar en aquel momento los maestros y
profesores de escuelas y liceos), que no fue aceptado por los docentes
universitarios. Decidieron hacer huelgas de hambre y tomas de embajadas
en protesta.
El gobierno respondió el 23 de marzo con una acción de retención del sueldo a los profesores.
Un artículo en la página web de La Universidad del Zulia explica que,
“ante la presión, el Gobierno accedió a sentarse con el sector
universitario, y aunque no reconoció el planteamiento original (con base
a una inflación del 25%), aceptó aprobar un 15% de aumento: 5% en 1988,
con retroactivo desde el 1 de enero; y 10% a partir del 1 de enero de
1989. Se reintegraron los sueldos que se dejaron de pagar, se enviaron
los recursos para los estudiantes por el orden de Bs. 1.500 millones y
se aprobó la prima de Asistencia Médica por Bs. 500 y de Asistencia
Académica por Bs. 1000 (ambas retroactivas desde el 1 enero de 1988).
Además, se incluyó el pago de un bono compensatorio de un mes de sueldo
para el sector”.
Esto marcó el fin de la huelga el 7 de mayo, y no fue sino hasta
entonces que se autorizó pagarle de nuevo a los profesores sus sueldos
retenidos.
Nótese la enorme diferencia entre las circunstancias de aquel
entonces y las circunstancias actuales, en las cuales el gobierno ya
accedió a un aumento de entre 112 y 135 por ciento (que se traduce en aumentos entre 4.500 a 8 mil bolívares mensuales
para los docentes a dedicación exclusiva), y sin embargo un grupo de
docentes de FAPUV aún continúan en paro, sin indicar de forma clara
cuales son sus demandas.
A pesar de todo, fue común ver en los periódicos de la época, en particular en El Nacional, manchetas pagadas como esta:
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