Nos encontramos en la plaza Bolívar de Caracas, luego de sortear las típicas complicaciones del tránsito automotor capitalino
Por Manuel Isidro Molina.-
Nos encontramos en la plaza Bolívar de Caracas, luego de sortear las
típicas complicaciones del tránsito automotor capitalino. Sonriente y
afable, Ernesto Emilio Villegas Poljak nos saludó con el típico “¿Qué
hubo, vale?” de los caraqueños, dispuesto a confrontar criterios y temas
que le competen como candidato del Gran Polo Patriótico a la Alcaldía
Metropolitana, cargo ocupado sucesivamente por los también periodistas
Alfredo Peña y Juan Barreto, ambos promovidos por el presidente Hugo
Chávez; y el abogado Antonio Ledezma, aspirante a la reelección con
apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática.
“Me siento como pez en el agua. Ya estoy imbuido del nuevo rol que me
corresponde, a pesar de que no soy un político en términos
tradicionales, aunque todos somos políticos en tanto que miembros de la
polis”.
¿Dónde se siente mejor, en Libertador o en Baruta, El Hatillo y Chacao?
En cualquiera de esos lugares… Por supuesto, aquí en Libertador y en
esta plaza Bolívar, este es mi pateadero, pero esta es una Caracas
metropolitana que debe ser para todas y todos; tenemos que sentirnos en
casa.
¿Cuál es su principal punto de apoyo, como candidato?
La gente, el pueblo. Yo siento que esta candidatura ha generado una
gran receptividad, pero, por supuesto, ser el candidato de Chávez es un
piso importantísimo. Y a eso se le agregan las cualidades personales de
cada candidato.
¿Y ser el candidato de Maduro?
También, porque ser candidato de Maduro es ser candidato de Chávez.
¿Y ser el candidato de gobierno?
También.
También.
Se critica que los candidatos del Psuv y el Gran Polo Patriótico se
recuestan mucho de los recursos públicos, las instalaciones, incurren en
peculado de uso…
Eso se lo dicen a los candidatos de la revolución, aquellos que no
miran al alcalde metropolitano haciendo campaña con recursos públicos,
regalando poncheras, tanques; y al resto de los consentidos del
establishment político-comunicacional haciendo lo propio, también con
recursos públicos. En algunos casos se tiene una vara; y en otros, otra.
¿Mal de muchos, consuelo de tontos?
No. Yo quiero es hacer una campaña con la gente. Me ven a mí con la
gente, permanentemente estoy en contacto con la gente, escuchando. Estoy
llegando a responsabilidades públicas de este tipo, y quiero imprimirle
nuevos bríos a una gestión metropolitana. Caracas tiene muchos
problemas que pasan justamente por la ausencia de una coordinación, que
es una de las competencias vigentes de la Alcaldía Metropolitana. Pero,
como el actual alcalde se ha dedicado es a viajar, conspirar y aspirar a
ser Presidente, pues no las ha cumplido. Yo quiero cumplirlas, porque
estoy convencido de que podemos hacer mucho, más allá de las fronteras
político-partidistas.
¿No fue, más bien, que el presiente Chávez le arrebató
competencias al alcalde metropolitano Ledezma, cuando fue electo? Son
hechos históricos que están ahí, ¿cómo revertir eso?
Yo no ando con un retrovisor mirando con nostalgia competencias del
pasado. Yo veo hacia el futuro, y con las actuales competencias este
alcalde pudo haber hecho mucho más, que no hizo. Nosotros debemos sentar
en una misma mesa a los jefes policiales municipales y a los alcaldes
para tratar conjuntamente el problema de la seguridad con el Ministerio
del Interior, Justicia y Paz. El alcalde metropolitano debe tener
suficiente autoridad moral para hacerlo, y tener capacidad de diálogo y
entendimiento.
En los últimos doce años hubo dos alcaldes metropolitanos
electos por el chavismo y uno electo por la oposición: Alfredo Peña,
Juan Barreto y Antonio Ledezma. ¿Cuál es el balance
político-administrativo?
Ese balance debe hacerse a la luz del contexto político respectivo.
Nosotros tenemos que mirar es hacia el futuro. No me estoy planteando el
ejercicio de la política como nostalgia ni pretendo reeditar momentos
del pasado. Lo positivo que hayamos podido conseguir hasta ahora,
potenciarlo; lo negativo, no repetirlo, corregirlo. Es momento de hacer
buena una exigencia que nos hizo el comandante Chávez en el Consejo de
Ministros del “golpe de timón”: él nos exigía el cierre de ciclos; la
revolución bolivariana ha sembrado mucho en mucho tiempo, muchas
semillas, algunas han germinado y florecido, y están esplendorosas, pero
hay otras a mitad de camino o que han quedado esperando por el
reimpulso. La etapa que yo pretendo abrir en el Área Metropolitana de
Caracas es de cierre de los ciclos pendientes; por ejemplo, hacer un
balance descarnado de las obras de la revolución que requieran ser
terminadas; una política fuerte de mantenimiento. Para nosotros es
difícil avanzar si no completamos obras que, lamentablemente, se han
quedado a mitad de camino.
¿En la eventualidad de su triunfo el 8-D, cómo hará para bien
relacionarse con gobernantes de oposición en el este de Caracas, el
gobernador Henrique Capriles y los alcaldes municipales?
Nosotros estamos postulando a los mejores candidatos en los cinco
municipios; pero de resultar electo un alcalde de una tendencia política
distinta, pues también deberá incorporarse a una dinámica de
convergencia para trabajar a favor de la ciudad.
¿Y con la Gobernación?
Lo mismo con la Gobernación de Miranda: los habitantes de la Caracas
metropolitana de los municipios mirandinos extrañan la presencia de la
policía de Miranda, pareciera que no existe; al menos la de Sucre está
pintada en cartón, pero la de Miranda no está ni en cartón. Nosotros, si
es en positivo, queremos incorporar a todos quienes del sector público y
del privado, como del movimiento popular, los movimientos sociales, el
poder popular, quieran contribuir.
¿Cómo articular con el gobernador Capriles, si él mantiene su desconocimiento al presidente Maduro?
Eso es algo que nosotros tenemos que mirar muy bien, a partir de esta
elección municipal. Esta es una gran oportunidad para que el país
reconozca su heterogeneidad. Tenemos una gran oportunidad para
reconocernos, pero si van a persistir en su política de desconocimiento,
sería verdaderamente lamentable.
¿Serán un plebiscito, estas elecciones?
Yo creo que la gente quiere soluciones de calidad, y poco tiene que
ver con el antagonismo radical que se escucha en aquellos voceros que
pretenden minimizar la importancia de lo municipal. En este caso, en
particular, quiero llamar la atención sobre el mal negocio que ese
esquema ha representado para los habitantes de varios municipios de
Caracas, porque han elegido alcaldes por antichavistas, y se han tenido
que calar a pésimos alcaldes porque su discurso político no se ha
traducido en buena gestión.
¿Cuál tipo de relación visualiza hacia los consejos comunales y las comunas?
Yo me propongo darle todo el apoyo posible a los consejos comunales y
las comunas, y potenciar la capacidad de la Alcaldía Metropolitana para
apoyar a la organización popular, a la organización vecinal, a las
iniciativas de los ciudadanos y ciudadanas. Los recursos, en muchos
casos, son más rendidores, con aplicación más rápida y eficiente, cuando
los administra y ejecuta un consejo comunal, que cuando hay una cadena
de intermediarios lucrándose con una obra.
¿Y con el problema del tránsito y los embotellamientos?
En materia de movilidad vamos a presentar un plan para todas y todos,
que atraviesa el Área Metropolitana de Caracas. No podemos concebir
algo fraccionado, como un “plan pico y placa” en un solo municipio. Si
no tienes una política coherente de movilidad, te tropiezas con
fronteras como si estuvieses en un país distinto.
¿La solución no pasa más allá, por Vargas, los Altos Mirandinos, el Tuy, Guarenas-Guatire?
Exacto, me quitaste la palabra de la boca… El Área Metropolitana de
Caracas conforma una unidad más grande que es la llamada Región
Metropolitana. Son en realidad diecisiete municipios: los cinco
municipios metropolitanos, más Altos Mirandinos, Valles del Tuy, Litoral
Central y Guarenas-Guatire, que tienen una relación de
interdependencia. Por eso, uno de los deberes del alcalde metropolitano
es coordinar también con esos alcaldes de municipios circunvecinos. Hoy
día es inimaginable una Caracas metropolitana que no esté concertada con
ese entorno de Miranda y Vargas.
¿Cómo y dónde discutir esa Gran Caracas de los próximos cincuenta años?
Lo que falta es comprensión política y del momento en que estamos. Yo
creo que estamos en un momento para eso. Además, hay un hastío
generalizado del antagonismo per se, tenemos un océano de cosas donde
podríamos conseguir un piso mínimo de confianza para entendernos.
¿No están, más bien, obligados?
¿Quién está obligado?
¿Quién está obligado?
Todos los gobernantes…
Sí, claro, estaremos obligados a hacerlo porque, además, el alcalde
metropolitano tiene que entender que tiene bajo su gobierno una Caracas
Metropolitana muy diversa.
¿Cuál es el llamado que le hace a los electores y electoras de los cinco municipios capitalinos, para el 8-D?
A votar por soluciones de calidad, que vayan a mejorar la calidad de
vida de todas y todos; que tengan presente la calidad humana de los
gobernantes. Podemos apostar a la violencia o a la paz: tenemos la
oportunidad de escoger entre la paz y la violencia, y yo ofrezco la paz.
¿Cómo se siente, en relación a las encuestas conocidas?
¡Peligrosamente bien… jajaja!
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