Mujica recuerda a Hugo Chávez como “una especie de huracán caribeño” con
una “honda vocación de justicia social”. Además, dijo que “los hombres
grandes, cuando desaparecen, dejan un agujero grande".
El presidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica, es, sin duda, un personaje
singular en la política latinoamericana. Se ha hecho famoso en todo el
mundo por evitar los lujos y por sus discursos que subrayan la condena
de la búsqueda de lo material.
Su gobierno ha cambiado esquemas en la región. Mujica apoyó el proyecto del ley -ahora aprobado-, que hace de Uruguay la primera nación en hacer legal el uso recreativo de la marihuana para adultos y regula su producción, distribución y venta.
Para Mujica, la aprobación de la ley de marihuana busca regularizar el mercado de esa droga, dijo en entrevista con Ismael Cala en Cala.
Con la regularización del mercado, dijo, el Estado puede identificar a los enfermos y controlar a los delincuentes.
“Nosotros no estamos seguros que lo que vamos a hacer dé resultado”, confesó, pero agregó que “lo que estamos seguros es que lo que estamos haciendo (ahora) no alcanza”.
Para Mujica, el narcotráfico produce niveles de violencia inusitados que deben erradicarse. “Peor que la droga es el narcotráfico, porque rebaja la ética de la delincuencia”.
“Soy muy sobrio por una manera global de ver el mundo y la vida”, dijo.
Mujica señala que es un hombre "poco comprometido con las cosas materiales”.
“Es una manera de ver la vida: andar ligero de equipaje”, dijo.
“Soy rico en tiempo libre para hacer lo que a mí me gusta, que es lo que menos existe en los tiempos contemporáneos”.
Quizá por eso cree que “lo peor de la presidencia es el protocolo y la seguridad”.
Mujica habló sobre su esposa, Lucía Topolansky, de quien elogió su paciencia.
“En mi casa la que manda más es Manuela, que es la perrita, y después Lucía”.
“A mi edad el amor es una dulce costumbre”, dijo el mandatario.
“Yo estoy contento por el hoy: por el saludo, por el abrazo, por el cariño de la gente. Y ya no preciso más premio. Con eso me voy feliz de este mundo”.
Política
Al tocar el tema del Socialismo del siglo XXI, Mujica comentó: “Nosotros somos socializantes pero como queremos llegar, no tenemos apuro”.
Mujica recuerda a Hugo Chávez como “una especie de huracán caribeño” con una “honda vocación de justicia social”. Además, sobre Chávez, dijo que “los hombres grandes, cuando desaparecen, dejan un agujero grande”.
“Los hombres son importantes, pero más importantes a la larga son los partidos”.
Mujica aseveró que hoy en día no está de acuerdo con ninguna dictadura -ni siquiera con la del proletariado-, y manifestó que no puede “sacrificar por una utopía el acontecer de los tipos que están vivos hoy”.
Y concluyó: “A la democracia le reconozco brutales defectos”.
Su gobierno ha cambiado esquemas en la región. Mujica apoyó el proyecto del ley -ahora aprobado-, que hace de Uruguay la primera nación en hacer legal el uso recreativo de la marihuana para adultos y regula su producción, distribución y venta.
Para Mujica, la aprobación de la ley de marihuana busca regularizar el mercado de esa droga, dijo en entrevista con Ismael Cala en Cala.
Con la regularización del mercado, dijo, el Estado puede identificar a los enfermos y controlar a los delincuentes.
“Nosotros no estamos seguros que lo que vamos a hacer dé resultado”, confesó, pero agregó que “lo que estamos seguros es que lo que estamos haciendo (ahora) no alcanza”.
Para Mujica, el narcotráfico produce niveles de violencia inusitados que deben erradicarse. “Peor que la droga es el narcotráfico, porque rebaja la ética de la delincuencia”.
“Soy muy sobrio por una manera global de ver el mundo y la vida”, dijo.
Mujica señala que es un hombre "poco comprometido con las cosas materiales”.
“Es una manera de ver la vida: andar ligero de equipaje”, dijo.
“Soy rico en tiempo libre para hacer lo que a mí me gusta, que es lo que menos existe en los tiempos contemporáneos”.
Quizá por eso cree que “lo peor de la presidencia es el protocolo y la seguridad”.
Mujica habló sobre su esposa, Lucía Topolansky, de quien elogió su paciencia.
“En mi casa la que manda más es Manuela, que es la perrita, y después Lucía”.
“A mi edad el amor es una dulce costumbre”, dijo el mandatario.
“Yo estoy contento por el hoy: por el saludo, por el abrazo, por el cariño de la gente. Y ya no preciso más premio. Con eso me voy feliz de este mundo”.
Política
Al tocar el tema del Socialismo del siglo XXI, Mujica comentó: “Nosotros somos socializantes pero como queremos llegar, no tenemos apuro”.
Mujica recuerda a Hugo Chávez como “una especie de huracán caribeño” con una “honda vocación de justicia social”. Además, sobre Chávez, dijo que “los hombres grandes, cuando desaparecen, dejan un agujero grande”.
“Los hombres son importantes, pero más importantes a la larga son los partidos”.
Mujica aseveró que hoy en día no está de acuerdo con ninguna dictadura -ni siquiera con la del proletariado-, y manifestó que no puede “sacrificar por una utopía el acontecer de los tipos que están vivos hoy”.
Y concluyó: “A la democracia le reconozco brutales defectos”.
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