¡Nos encanta besar! Y más allá de que
esta actividad sea un buen preludio para el sexo, puede indicarnos si él
será una buena pareja. ¿Curiosa?, sigue leyendo.
Durante años la ciencia se ha preguntado
por qué nos besamos y cuál es realmente la función de este acto. Y es
que sabemos que el beso no cumple ninguna función reproductiva, y aunque
puede ser una manifestación de cariño o deseo, científicamente se
buscan respuestas más concretas.
Y eso es lo que parece que se ha
encontrado según un artículo publicado en la revista Archives of Sexual
Behavior donde se manejan tres hipótesis para explicar la existencia de
los besos: para juzgar a una posible futura pareja, para fortalecer la
unión una vez que la pareja se conforma y para excitarnos antes del
sexo.
Sorprendentemente la última afirmación
carece de bases científicas, pero las dos anteriores parecen tener más
sentido. Y es que tras encuestas realizadas los científicos han
encontrado que los besos funcionan como un mecanismo para determinar si
podemos ser una buena pareja juzgando por el tipo de acercamiento que se
presenta. Y es que si no disfrutamos de sus besos ¿podríamos disfrutar
del sexo?
Además los investigadores descubrieron
mediante las encuestas, que para nosotras los besos están más
relacionados con una forma de mantener a la pareja unida que propiamente
con el sexo, a diferencia de ellos, que ven este acto como más propicio
para antes y después de las relaciones sexuales.
¿Curioso no?, pues ya lo Así sabes ¡a besar más para elegir mejor!
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