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miércoles, 19 de marzo de 2014

En homenaje al Comandante Eterno: Chávez desmitificó el conocimiento económico para darle poder al pueblo



José Félix Rivas Alvarado, Iraida Vargas, Luis Britto García y Mario Sanoja Obediente analizaron las distintas formas en que se relacionó Hugo Chávez con la teoría económica y cómo aprovechó ese pensamiento para transformar la realidad.  

La capacidad del presidente Hugo Chávez de adentrarse en la ciencia económica y aprovechar ese conocimiento para transformar la inequitativa sociedad venezolana constituye una de las principales virtudes de su vasto pensamiento, que no solo fue prolijo en el plano de la teoría, sino que además consiguió materializarse en logros concretos.

En la continuación del ciclo de foros Chávez siempre presente, organizado por el Banco Central de Venezuela (BCV), académicos de destacada trayectoria en diferentes disciplinas de las ciencias sociales tomaron la tribuna de la plaza Juan Pedro López para desglosar los aspectos esenciales y los autores que más influenciaron el ideario económico y político de uno de los líderes latinoamericanos más influyentes de los siglos XX y XXI.

José Félix Rivas Alvarado, economista, profesor universitario y director del BCV; Iraida Vargas Arenas, historiadora y antropóloga; Luis Britto García, doctor en Derecho y escritor; y Mario Sanoja Obediente, doctor en antropología, ofrecieron una visión detallada acerca de la concepción que tenía Hugo Chávez de la economía.

Poder para el pueblo
“Uno de los grandes aportes de Hugo Chávez fue desmitificar el conocimiento económico para darle poder al pueblo”. El director del BCV, José Félix Rivas Alvarado, describió al Primer Mandatario como un lector voraz y un gran pedagogo, que rompió los códigos encriptados del lenguaje económico para hacerlo accesible a toda la población.

Explicó que, de este modo, Chávez consiguió involucrar al pueblo en la interpretación del hecho económico desde la perspectiva de la economía política, es decir, desde una óptica que es crítica de la organización social y de sus relaciones con los poderes establecidos. “Chávez fue primero antineoliberal, luego anticapitalista y finalmente socialista”.

El Director del BCV también señaló que el pensamiento económico de Chávez destacó por realzar el bolivarianismo y, en función de ello, se preocupó por enarbolar la bandera de la Independencia como un proyecto aún inconcluso. También refirió que el Comandante defendió el modelo de la unión latinoamericana como del derecho de los pueblos oprimidos a liberarse unidos.

Rivas Alvarado resaltó el sincretismo presente en las ideas de Chávez, ya que fue capaz de conjugar en una misma propuesta elementos del marxismo y del cristianismo. Enumeró cinco ideas centrales del modelo chavista: 1) importancia del papel de la historia en sus análisis, discursos y propuestas, “pero no de cualquier historia, sino la de los pueblos dominados”; 2) soberanía e independencia; 3) preocupación por la desigualdad social y lo ético; 4) rebeldía y resistencia al etnocentrismo, a la imposición mecánica de paradigmas foráneos; y 5) consideración del territorio geohistórico, que le permitió trazar ejes de acción en el plano nacional, continental y mundial.       

Entre los autores que influenciaron el pensamiento de Hugo Chávez mencionó a John Kenneth Galbraith, Antonio Gramsci, Luis Vitale, Celso Furtado, Raúl Prebisch, Osvaldo Sunkel e István Mészáros, entre otros. De los pensadores venezolanos, citó a Domingo Alberto Rangel; también se refirió a la visión nacionalista para el aprovechamiento del recurso petrolero impulsada por hombres como Gastón Parra Luzardo, Bernard Mommer, Salvador De La Plaza y Alí Rodríguez Araque. 

En materia de banca central, Rivas Alvarado destacó que Chávez revolucionó el concepto de las reservas internacionales y rompió con la doctrina fondomonetarista, según la cual el desarrollo es equivalente a crecimiento.

Primero la gente
Iraida Vargas Arenas definió el pensamiento económico de Hugo Chávez como profundamente coherente; integral, porque no veía fenómenos sino procesos, y humanista, porque se planteó un nuevo modelo de desarrollo que integró la economía con lo social y lo ambiental.

Vargas Arenas identificó estas características en el ideario del Primer Mandatario: 1) colocó al ser humano como centro; 2) afirmó la igualdad como un valor sustantivo; 3) reconoció la importancia de apreciar la diversidad personal y cultural, y 4) reconoció que para lograr transformaciones hay que ser creativo.

A juicio de la antropóloga, el ideario chavista estaba transversalizado por el principio de la participación popular y protagónica, como vía de superación de las causas estructurales de la pobreza y la exclusión.

Por su parte, Luis Britto García comparó la visión de Chávez sobre la economía con un enorme río que se nutre de varios afluentes. El escritor recordó la influencia ideológica del árbol de las tres raíces, conformado por Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.

“Hay que ver el peso de estos tres personajes: Bolívar tuvo entre sus primeras preocupaciones la abolición de la esclavitud, mientras que Rodríguez compendió lo más avanzado del pensamiento de la ilustración y creía en una educación libre y gratuita para todos. Zamora, por su parte, señalaba que la tierra no tenía dueño y debía pertenecerle a quien la trabajara”, expresó Britto García.

El Doctor en Derecho también resaltó la defensa de la soberanía en las ideas de Chávez. “La venta de Pdvsa ya estaba cocinada en 1999; el Primer Mandatario rompe con esa tendencia suicida y va más allá, al reapropiarse de otras industrias estratégicas, como la telefónica, la eléctrica y la siderúrgica”.

Britto García también destacó la influencia de Chávez en el ámbito regional, mediante la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la inserción de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur).

El autor de Abrapalabra calificó de hazaña del pensamiento económico chavista haber hecho de Venezuela el país con menos desigualdad en  la distribución del ingreso en una región como América Latina, que se caracteriza por ser la más desigual del mundo.

Finalmente Sanoja Obediente afirmó que la primera profesora de economía política de Hugo Chávez fue su abuela Rosa Inés. El antropólogo explicó que haber vivido en un medio rural, en contacto cercano con la naturaleza, en una pequeña unidad de producción familiar, ejerció influencia determinante en el Jefe de Estado, quien luego desarrollaría una nueva biometría del poder cuya célula fundamental son los consejos comunales.

Sanoja Obediente aseveró que el trabajo intelectual desarrollado por el Comandante eterno bolivariano fue doblemente meritorio: primero, porque tuvo muy poco tiempo para formarse y, en segundo término, porque se atrevió a crear nuevo un modelo socialista en una de las sociedades más intervenidas del planeta. 





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