Apenas colgó la llamada al celular comenzó a planificarlo todo. A Carmen López,
una mujer de 40 años, la acababa de dejar su pareja, Elvis Quevedo,
mediante una llamada que recibió la tarde del pasado lunes. Llevaban 10
años juntos.
Tomó una decisión letal: suicidarse y llevarse en su camino a sus hijos,
uno de ellos de ocho años, procreado con el hombre que acababa de
abandonarla. El suicidio lo consiguió.
“Desde ese momento se volvió como loca! Estaba alterada y agresiva, yo
intenté calmarla, pero actuaba como si no escuchaba”, contó Susana
López, su hija, de 20 años, a quien el comportamiento errático y
compulsivo de su madre le auguraba lo peor.
Luego de 12 horas de haber recibido la noticia que la transtornó,
Carmen se encerró en su rancho del sector Barrancas Norte, en el
municipio Santa Rita de la Costa Oriental del Lago, roció gasolina en su
cuerpo y en la vivienda para suicidarse y llevarse consigo a Kendry
Quevedo, su hijo y de Elvis. Era su venganza.
“Me golpeó y gritó: ‘¡Ahora sí van a saber lo que soy capaz de hacer!’
Me dijo que buscara a mi hermanito en casa de sus abuelos paternos para
que durmieramos todos juntos esa noche y así lo hicimos, me acosté junto
a mi hermano en una de las piezas... Después ocurrió toda la tragedia”,
relató Susana.
En medio de la noche, la enceguecida mujer trancó la única puerta de la
vivienda para cometer el homicidio-suicidio: “Me desperté a la 1:30 de
la madrugada y vi que entró como una loca, me gritó que nos iba a matar y
me agarró por el cuello para ahorcarme, mientras que el niño estaba en
shock; yo le gritaba que se fuera pero no se movía del terror que
tenía”, siguió la hija, recordando.
Luego de zafarse, Susana corrió por ayuda a las casas vecinas, donde
residen sus familiares pero al regresar ya las llamas consumían el
interior del rancho: “Mi mamá bloqueó la puerta para que no entráramos,
nunca gritó ni se quejó de dolor. Pudimos entrar cuando cayó al suelo
envuelta en llamas y retorciéndose”.
Carmen murió ayer, a las 10:00 de la mañana en el Hospital Coromoto de
Maracaibo, producto de quemaduras de tercer grado en 90% del cuerpo,
mientras que el pequeño Kendry fue rescatado de un rincón donde aún no
llegaban las llamas, por lo que se encuentraba estable con quemaduras de
primer grado en la cara, manos y pies.
Diez días de agonía pasó Kendry Quevedo, de 8 años, murió la mañana de ayer, tras presentar quemaduras en el 80% de su cuerpo.
Susana sufrió un corte en un pie mientras corría por ayuda.
No me explico cómo publican una noticia que mas bien es confusa : fue rescatado de un rincón de la casa donde no llegaron las llamas...está estable..solo quemaduras en la cara,brazos y pies... luego muere con quemaduras del 80% en su cuerpo, después de diez días de agonía. ¡¡ Qué manera de redactar una noticia de suceso¡¡¡¡ por favor¡¡
ResponderBorrar