La producción actual de lubricantes generada por Pdvsa y algunas
empresas privadas supera las reales necesidades del mercado en unos 6
millones de litros por mes, cifra que revela que la ausencia de aceites
en las estaciones de servicios y en ventas de repuestos obedece al afán
de usura creado por un sistema social que propone y propicia el
acaparamiento y el contrabando como método rápido de enriquecimiento.
El volumen de lubricante producido en agosto fue de 31 millones de
litros, suficiente para abastecer la demanda nacional que se ubica en el
orden de 25 millones de litros, exigida fundamentalmente por vehículos a
gasolina, diesel, naval, maquinaria industrial. De este total, Pdvsa
produce 54%, mientras el resto es generado por el sector privado.
Todo aceite de motor a gasolina está compuesto por entre 80% y 95% de
aceite base fabricado por Pdvsa y entre 20% y 5% de aditivos adquiridos
en su totalidad en los mercados internacionales por la industria
estatal, que se encarga a su vez de venderlos a fabricantes del sector
privado.
Con anterioridad, los fabricantes privados recibían dólares a tasa preferencial para que comprasen de manera directa los aditivos en el exterior.
Con anterioridad, los fabricantes privados recibían dólares a tasa preferencial para que comprasen de manera directa los aditivos en el exterior.
Pero ocurrió que hubo empresas que producían, por ejemplo, 300.000
litros de aceite, mas pedían divisas cual si produjeran un millón de
litros, con el agravante de que si el kilo del componente cuesta cinco
dólares colocaban en la factura precios de hasta 20 dólares. Tales
fraudes al país provocaron la intervención de las autoridades,
procedimiento durante el cual mermó la producción de lubricantes y se
convirtió en la primera causal del desabastecimiento.
POCAS E/S SON DE PDVSA
De las mil 692 estaciones de servicios que hay en el país, apenas 200
son propiedad de Pdvsa, aun cuando buena parte del resto use el emblema
PDV. La supervisión de las estaciones de servicios está siendo
efectuada por vencedores de la Misión Ribas, quienes han constatado la
presencia de cajas de aceites escondidas al público y que solo son
colocadas en los anaqueles cuando son objeto de fiscalización.
Otra anormalidad hallada son “isleros” (trabajadores encargados de
surtir de gasolina y servir a los choferes), que sigilosamente disponen y
venden aceite, mientras en la tienda de la estación de servicio el
propietario manifiesta carecer de lubricantes.
Al respecto, los vencedores narran que tales estaciones de servicios
son los únicos negocios donde los dueños permiten que sus empleados
vendan, “para su propio peculio”, las mercancías que explican la
existencia del negocio del mismo dueño. Y hasta hay quienes condicionan
la venta del aceite a la compra de un pote de refrigerante.
SINTÉTICO IMPORTADO
Por otra parte, del total pedido por el mercado nacional, 25 millones
de litros al mes, solo 10% es aceite sintético y semisintético, este
último compuesto por aceite mineral y sintético. El resto de la demanda,
90%, pide aceite mineral.
No obstante, mientras que el aceite mineral es producido por Pdvsa,
el aceites sintéticos es elaborado en otros países e importados en un
50% por la industria estatal, en tanto que el otro 50% es adquirido en
el exterior por el sector privado. Muchas de las empresas que
incurrieron en fraudes a la nación y sujetas a la intervención de Cadivi
eran las importadoras. La producción cayó y por tal motivo se nota el
desabastecimiento más acentuado tanto del sintético como el
semisintético.
Una fuente especializada de la empresa señala que, para fines de
septiembre y principios de octubre próximo, los lubricantes sintéticos y
semisintéticos ya estarán en el país y en un volumen de 800.000 litros
el primero y 80.000 mil litros el segundo, los cuales serán distribuidos
en las estaciones de servicio PDV. La fuente pide a las organizaciones
populares denunciar el acaparamiento y el contrabando de distribuidores,
estaciones de servicio y repuesteros, pues con los actuales niveles de
producción solo tales aberraciones explican el desabastecimiento.
De hecho, en la Planta Cardón de Pdvsa, en Paraguaná, la tasa de
despachos se ubica en 200 toneladas por día, el equivalente a 900.000
litros diarios. Los inventarios ya superan los 10 millones de litros
USE EL ACEITE ADECUADO
Al respecto, todo vehículo debe usar el aceite sugerido en el manual
por su fabricante hasta su desaparición. La cualidad básica del
lubricante es su viscosidad. Para vehículos de trabajo forzado o que
transita con frecuencia por ambientes polvorientos, se recomienda el uso
de aceite sintético o semisintético. Pero si su tránsito tradicional es
por la ciudad o zonas no terrosas, puede emplear sin distingo mineral,
sintético o semisintético, siempre y cuando posea la viscosidad
recomendada por la marca del vehículo.
La razón es que el aceite sintético posee propiedades limpiadoras
capaces de mantener las partículas de polvo dispersas, evitando así
aglomeraciones que afectan las partes del motor. Pero si el vehículo
transita por la ciudad o sitios ausentes de pantanos o polvaredas, puede
emplear cualquier aceite de igual viscosidad.
Otra diferencia es que mientras el aceite mineral PDV debe ser
cambiado cada 5.000 a 7.000 kilómetros, el semisintético se debe cambiar
cada 7.000 a 10.000 y el sintético, cada 15.000 a 20.000. De allí que
mantener la viscosidad del aceite es vital para el vehículo. Solo un
ejemplo. La bomba de aceite de cada carro está diseñada para el bombeo
de un tipo de lubricante que baña las partes del motor en tiempo
determinado. Si se usa un aceite no adecuado y por ello tarda un segundo
en ser irrigado, las piezas sufrirán un desgaste equivalente a 200
kilómetros de uso.
Fuente: ecopopular
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