Joan Troconis, hermano de la víctima, narró que Jonathan tenía alquilado un local desde hace varios años en el barrio Julián Blanco, kilómetro 1 de la carretera Petare-Santa Lucía, donde se dedicaba a comprar chatarra, que luego negociaba en algunos talleres donde funden metales. “Es un negocio útil para mantener a toda la familia”, dijo.
Joan afirmó que el sector donde está el negocio se ha convertido en zona roja debido a la falta de vigilancia policial. Asaltos y robos son comunes tanto de día como por las noches. La semana pasada, Jonathan fue dominado por un par de pistoleros motorizados. Los hampones lo maniataron junto con su esposa, su padrastro y su sobrino. Le robaron 40 mil bolívares en efectivo y se fugaron.
Al mediodía del martes, volvieron a asaltarlo. El pistolero llegó a pie, llevaba una bolsa y se acercó al local. Simuló vender una porción de chatarra, pero lo que sacó de la bolsa fue una pistola y sin más disparó a matar. Ocho proyectiles acabaron con la vida de Troconis Cardozo. El criminal corrió hasta encontrarse con un compinche en una moto y ambos se fugaron.
Yusmely y sus hermanos llevaron al moribundo al hospital de El Llanito, donde lo ingresaron sin vida.
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