El
desempleo de Brasil subió por quinto mes consecutivo y los salarios
cayeron en mayo, según datos publicados por el Gobierno el jueves, en
una nueva señal de la dolorosa recesión que enfrenta el país. La
tasa de desempleo no desestacionalizada de Brasil subió en mayo a un
6,7 por ciento, la más alta desde 2010, y que se compara con el 6,4 por
ciento de abril, dijo el jueves el estatal Instituto Brasileño de
Geografía y Estadística (IBGE), citó Reuters. El número fue
levemente mayor al 6,6 por ciento del promedio de las estimaciones de 27
economistas consultados en un sondeo de Reuters.
La tasa de desempleo ha ido escalando sin interrupciones en Brasil desde un mínimo de un 4,3 por ciento en diciembre, impulsada por miles de despidos en los sectores de manufacturas y de servicios mientras enfrentan mayores impuestos y tasas de interés. Los salarios también cayeron, lo que implicaría un golpe para los ya afectados comercios minoristas. Los salarios descontando la inflación cayeron un 1,9 por ciento desde abril a 2.117,10 reales (685 dólares). Respecto de mayo del 2014, la pérdida es de un 5,0 por ciento.
El creciente desempleo podría pesar en la confianza del consumidor, que está en mínimos récord, opacando las perspectivas de una recuperación económica. También implica más problemas para la presidenta Dilma Rousseff, cuya popularidad ya ha tocado fondo. En cambio, sí podría ayudar al banco central a controlar la inflación, que trepó cerca de cifras de dos dígitos en términos porcentuales en los últimos meses.
El número de brasileños con empleo en las seis mayores áreas metropolitanas encuestadas por IBGE permaneció sin cambios desde mayo del 2014 a 22,8 millones. El número de personas que busca sin éxito un empleo subió un 38,5 por ciento desde igual mes del año pasado, a 1,6 millones.
La tasa de desempleo ha ido escalando sin interrupciones en Brasil desde un mínimo de un 4,3 por ciento en diciembre, impulsada por miles de despidos en los sectores de manufacturas y de servicios mientras enfrentan mayores impuestos y tasas de interés. Los salarios también cayeron, lo que implicaría un golpe para los ya afectados comercios minoristas. Los salarios descontando la inflación cayeron un 1,9 por ciento desde abril a 2.117,10 reales (685 dólares). Respecto de mayo del 2014, la pérdida es de un 5,0 por ciento.
El creciente desempleo podría pesar en la confianza del consumidor, que está en mínimos récord, opacando las perspectivas de una recuperación económica. También implica más problemas para la presidenta Dilma Rousseff, cuya popularidad ya ha tocado fondo. En cambio, sí podría ayudar al banco central a controlar la inflación, que trepó cerca de cifras de dos dígitos en términos porcentuales en los últimos meses.
El número de brasileños con empleo en las seis mayores áreas metropolitanas encuestadas por IBGE permaneció sin cambios desde mayo del 2014 a 22,8 millones. El número de personas que busca sin éxito un empleo subió un 38,5 por ciento desde igual mes del año pasado, a 1,6 millones.
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