Marie no pudo sobrellevarlo. Su hija, Isabelle Caro, la modelo francesa que se convirtió en ícono en la lucha contra la anorexia, murió en noviembre por las complicaciones de su enfermedad, y ella se vio incapaz de vivir con la culpa.
Según
el diario “The Times”, la mujer se suicidó. Por su parte, Christian
Caro, padre de la fallecida, contó al diario suizo “20 minutes” que
“Marie se sentía culpable porque llevó a Isabelle al hospital de Bichat
(al norte de París). Ella no quería ir a ese hospital”. El mismo centro
médico al que ahora él denunciará por homicidio, porque, según dice,
hubo negligencia médica en su fallecimiento. El hospital ha negado las
acusaciones y asegura que la modelo murió a causa de una neumonía que
“se complicó por su fragilidad”, según relata ‘El Mundo’.
Asimismo,
el padrastro de la mujer contó que lo que terminó por hundir a su mujer
fueron las declaraciones de Olivero Toscani, el fotógrafo que retrató a
la francesa para la campaña. Tras la muerte de Isabelle, dijo que era
una persona “arrogante”.
Ya desde antes la madre se sentía mal. La
autobiografía de su hija, “La chica que no quería crecer”, le había
dolido. “Tenía mucho miedo de crecer, porque estaba convencida de que mi
madre iba a dejar de quererme si dejaba de ser su pequeña niña”, decía
en el libro.
CARO QUERÍA ALERTAR A LAS JÓVENES
Isabelle tenía 28 años y había provocado una verdadera conmoción con las fotografías para una marca de moda que cubrieron las vallas publicitarias de Italia hace tres años, hasta que fue prohibida.
Isabelle tenía 28 años y había provocado una verdadera conmoción con las fotografías para una marca de moda que cubrieron las vallas publicitarias de Italia hace tres años, hasta que fue prohibida.
En
medio de la campaña, dirigida por el fotógrafo Oliviero Toscani,
conocido por sus ideas provocadoras, Caro explicó que había aceptado
posar para alertar a las jóvenes sobre el peligro de las dietas, de los
dictados de la moda y de la anorexia.
Su
objetivo, dijo claramente, era sensibilizar a las mujeres sobre esa
amenaza, que pesaba sobre su vida desde que ella tenía 13 años y que le
había llevado a pesar 31 kilos para 1,64 metros en el momento en el que
participó en la campaña de publicidad.
La
muerte de Caro, que fue mantenida en secreto por la familia, ocurrió el
pasado 17 de noviembre y su causa no ha sido revelada.
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