Es una exitosa abogada de 40
años con una relación de pareja que, aunque la hace sentir bien, no
tiene la estabilidad suficiente como para formar una familia en un
futuro cercano. Pero el nacimiento de su sobrino menor hace casi un año
despertó en Gloria el deseo de convertirse en madre.
Así,
lo que había visto como una posibilidad lejana se ha convertido en un
deseo real, aun cuando sabe que con su pareja es prácticamente
imposible.
“Antes decía que si
llegaba a los 40 sin hijos, no los tendría. Pero ahora siento una
necesidad muy fuerte, tengo la impresión de que se me está acabando el
tiempo de cumplir con esa meta y estoy comenzado a desesperarme”, cuenta
la abogada, a quien siempre le agradó la idea de casarse y tener uno o
dos hijos, aunque su carrera y su deseo de desarrollarse como
profesional no lo permitieron.
Mientras
que a Brenda, de 33 años, su médico le informó recientemente que si
desea tener un hijo debe ser ya pues sus posibilidades se van agotando
de manera acelerada debido a un desbalance hormonal.
“Aunque
tengo una pareja estable y siempre he pensado en la idea de ser madre,
no estoy segura si quiero tener un bebé en este momento de mi vida”,
menciona Brenda, quien recientemente fue ascendida a un puesto gerencial
en la empresa para la que labora desde hace seis años.
Ambas
mujeres son ejemplos típicos de algunas de las situaciones a las que se
enfrentan muchas féminas que, por diversas razones, posponen el momento
de tener hijos. De hecho, tanto la psicóloga Mayra del Carmen Rosado
como la ginecóloga obstetra Rosimar Torres León aceptan que los cambios
sociales han llevado a la mujer a desarrollarse en el mundo laboral y a
postergar la maternidad enfrentándose después de los 35 años a una
realidad biológica que amenaza contra la posibilidad de tener hijos.
“En
mi práctica, gran parte de la población espera más tiempo de lo que
esperaba la mujer años atrás para tener hijos. Ahora se planifica más la
maternidad y el bienestar de la familia. En ningún libro ni en mi
experiencia he visto que la teoría del reloj biológico sea algo que se
pueda probar. Para mí, se ha utilizado esa terminología para definir a
la población de mujeres que espera el mejor momento para ser mamá”,
explica la ginecóloga.
Cambios físicos
Para
la mujer moderna, planificar familia después de los 35 es muy normal.
Sin embargo, a pesar de que su cuerpo tiene la capacidad de concebir
hasta que llega la menopausia, la realidad es que a partir de esta edad
el cuerpo cambia y las posibilidades comienzan a disminuir. A medida que
pasan los años, las ovulaciones van a ser menos y el material genético
no va a ser de la misma calidad, asegura Torres León.
“En
este momento, la mayoría de las mujeres están bien saludables porque se
han cuidado bien. En la obstetricia se considera que una mujer a partir
de los 35 años está en una edad materna avanzada. No quieredecir que
está mayor sino que tiene mayores riesgos de presentar problemas de
hipertensión, diabetes gestacional y preeclampsia, que no son tan
comunes en mujeres más jóvenes”, explica Torres León.
Además,
en una edad materna avanzada puede verse un aumento en la incidencia de
problemas genéticos que pueden hacer que el embrión no sea viable al
momento de la gestación y del nacimiento. También puede tener como
consecuencia que el bebé tenga algún desorden genético. Dos de los más
comunes son el Síndrome de Down (trisomía 21) o Síndrome de Edwards
(trisomía 18).
“Se entiende que el
bebé sufre el mismo riesgo con la edad paterna. Antes se creía que el
riesgo venía solo con el material genético de la mamá, pero con el
tiempo y los estudios se ha demostrado que ambos padres contribuyen a
este tipo de situación”, explica Torres León.
Aparte
de la edad existen hábitos que pueden afectar la posibilidad de un
embarazo y la salud de un bebé, como es el consumo de alcohol, drogas y
tabaco o la ingesta de medicamentos para problemas como depresión,
colesterol o presión alta.
Torres
León menciona que existen pruebas médicas que pueden dar una idea de
cómo se encuentran los niveles de fertilidad de la mujer. De ese punto
es que parten los ginecólogos endocrinólogos, especialistas en problemas
de infertilidad, para establecer un plan adecuado para lograr un
embarazo.
Sin embargo, el panorama
puede mejorar en personas que cuidan su cuerpo con una buena
alimentación, hacen ejercicios y mantienen sus hormonas en niveles
óptimos.
Torres León enfatiza que
mientras más cuides tu peso, tu porcentaje de grasa, disminuyas la
ingesta de alcohol, no fumes y no utilices drogas, más aumentará el
sistema oxidativo y bajarán las posibilidades de tener desbalance
hormonal.
“Además de la ginecología,
practico la medicina restaurativa y 'antiaging' y he visto que
pacientes que postergan la maternidad se cuidan más. Cuidarnos en una
perspectiva holística nos ayuda a tener calidad de vida y a envejecer de
una manera más saludable”, explica la especialista.
En
el aspecto emocional, cuando la mujer se encuentra en una etapa de
adultez media cuenta con mayor madurez y menor impulsividad para
reaccionar y tomar decisiones. Según la psicóloga clínica Grisell
Rodríguez, estos factores hacen que se encuentre más dispuesta a
aceptar los retos de la maternidad.
“La
edad no define si eres buena o mala madre, pero la realidad es que la
madurez hace que trates de manera diferente. Si a eso se une el hecho de
que a esa edad ya la mujer tiene una estabilidad económica y un mayor
poder adquisitivo, pues también se convierte en una edad en la que
puedes darle un estilo de vida diferente”, asegura Rodríguez.
Baja la ansiedad
El
deseo de convertirse en madres puede hacer que algunas mujeres sufran
mucho estrés y desesperación, lo que puede afectar el proceso de manera
negativa.
La ginecólogaexplica que la
literatura médica apunta a que el nivel de estresor aumenta en un 1% el
problema de infertilidad, aunque no hay ningún marcador bioquímico que
diga que es así. Aunque ese porcentaje puede parecer muy bajo, tanto la
ginecóloga como Rosado han visto casos en los que los pacientes lograr
embarazarse luego de acudir a métodos para bajar la ansiedad.
“He
visto que mientras más se obsesionan con el tema de la maternidad, se
les hace más difícil quedar embarazadas. No podemos perder de
perspectiva que el cuerpo está controlado por nuestro cerebro y cuando
estamos más calmadas, en una actitud más positivas, las probabilidades
pueden aumentar”, comenta Rosado.
Prepárate para la maternidad
Aunque
el paso de los años puede ser un obstáculo para lograr ser madre,
después de los 35 años es posible tener un embarazo y un bebé saludable.
Lo
importante es que te mantengas saludable y para lograrlo. La ginecóloga
Rosimar Torres León y la psicóloga Mayra del Carmen Rosado comparten
algunos consejos importantes.
Evita el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas.
Mantén una alimentación saludable baja en grasa y azúcar y alta en fibra, frutas y vegetales.
Sigue una rutina de ejercicios consistentemente.
Busca ayuda médica para monitorear tus niveles hormonales y corregirlos en caso de algún descontrol.
Aunque
parece imposible en la actualidad, evita el estrés. Toma las cosas con
calma, medita y haz ejercicios de yoga o respiración para relajarte. Si
ves que no es posible hacerlo tu sola, busca ayuda profesional para
lograrlo.
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