La sexo-educadora Barbara Carrellas
invetó energygasm, un nuevo método basado en ejercicios tántricos para
ayudar a las mujeres a llegar al orgasmo sin la necesidad de que sea
tocada por alguien.
Aquí comunicado completo:
El
‘energygasm’ es una disciplina inventada por Barbara Carrellas basada
en las prácticas tántricas que ayuda a las mujeres a conseguir la
pequeña muerte francesa sin ayuda.
“¡Soy
sexy! Soy sexy!”, coreaban las participantes de una singular clase de
tantra, mientras rotaban sus caderas formando la figura de un ocho.
Rodeaban
a la instructora, Gayatri Beegan, haciendo danzar sus pelvis, mientras
esta menuda escocesa de mediana edad, de pie en medio del círculo, les
daba nuevas pautas: “Ahora, volveos hacia la persona que tenéis al lado y
decidle: ¡Eres orgásmica!”, pivotando todas como bolas de lotería en un
tambor.
No obstante, el premio se lo
llevarán todas a casa, un largo y sonado orgasmo, sin desnudarse, sin
dildos, ni dedos… Porque este es el propósito del taller, aprender las
bases del ‘energygasm’, una potente herramienta de placer y crecimiento
espiritual que inventó hace unos años la coach Barbara Carrellas y que
causa furor en Londres.
En esta
ciudad es donde Gayatri, alumna aventajada, dirige sus clases para
provocar gemidos que hagan que la propia reina de Inglaterra pida a sus
doncellas unos tapones reales para las orejas. Tal y como explica Sirin
Kale, periodista de ‘Broadly’ que participó en uno de los seminarios, no
todos los ejercicios consisten en repetir frases de automotivación o
jadear.
Los asistentes empiezan la
sesión abriendo sus corazones al resto y compartiendo experiencias para,
tras una breve meditación, clavar la mirada en un compañero cualquiera
y, como dice Beegan, “darle la bienvenida con los ojos”.
Esta
práctica no es tan sencilla como parece, a la mayoría de nosotros nos
incomoda que alguien que apenas conocemos nos mire fijamente, casi como
si pudiera traspasarnos o desnudarnos, una forma de intromisión en
nuestro interior. Y al momento, dan comienzo los ejercicios de
respiración profunda y rápida, que son parte esencial no solo del
tantra, sino de cualquier rama del yoga.
Emitir
ruidos sexuales mientras se mecen las caderas con la pelvis presionada y
una imaginaria luz roja en torno al perineo es uno de los trucos de
esta técnica.
En su libro ‘Ectasy is
Necessary: A Practical Guide’, Barbara Carrella describía cómo
acompasando la respiración con el movimiento de las caderas –arriba y
abajo–, se estimula el flujo de energía, que recorre el cuerpo partiendo
del segundo chakra, situado en el estómago.
Siri
Kale explica cómo estaban meciendo la pelvis e imaginando una luz roja,
incandescente, en la zona del perineo cuando, de repente, Gayatri les
pidió que empezasen a emitir sonidos sexuales, gemidos y jadeos
ruidosos. “No me sentí avergonzada”, cuenta Kale. Tampoco sus
compañeras, algunas de las cuales eran habituales en los talleres de la
instructora y se quejaban del gran tabú que empaña el sexo y, sobre
todo, el orgasmo.
¿Hiperventilar o morir de placer?
“Me
ocurrió lo mismo en mi primer ‘energygasm’”, le había asegurado la
instructora. “Me preocupaba quedarme rígida como una piedra mientras el
resto tenía las más alucinantes experiencias extáticas. Sin embargo, el
‘energygasm’ despertó algo en mi interior y tuve una visión de mí misma
guiando a otras personas hacia el orgasmo”, añadió.
Desde
entonces unas 400 personas han gozado y se han extasiado solo con el
pensamiento en las clases de Gayatri Beegan. No en un mismo grupo,
claro. El número máximo de pelvis que se han sacudido a coro en su
estudio han sido 50, una cifra nada desdeñable.
¿Pero
funciona realmente esta técnica? ¿No será que confunden hiperventilar
con hipererotizarse? La periodista lo niega. Cuenta que ha visto con sus
propios ojos cómo Beegan se colocaba en medio del círculo de
participantes tumbada sobre una piel de oveja y llegaba al clímax más
absoluto y envidiable. “Estoy cien por cien segura de que lo consiguió”,
asegura.
Técnicas de control de la
respiración como el ‘rebirthding’, utilizado en esta disciplina,
producen estados alterados de consciencia.
Sin
embargo, la duda persiste para muchos, ya que el control de la
respiración mediante técnicas como el ‘rebirthding’, empleada por
Carrellas, puede provocar estados alterados de consciencia que podrían
confundirse con el éxtasis sexual.
Así
lo reveló un artículo publicado en ‘Journal of Alternative and
Complementary Medicine’, que apunta que esta consciencia alterada “puede
estar relacionada con una hiperfrontalidad transitoria, lo que
supondría un breve periodo de tiempo de actividad inusualmente baja en
el córtex frontal, que puede ser la base de otros estados alterados de
consciencia, como los de la meditación, la droga o cuando estamos medio
dormidos”.
Y entonces, ¿cómo explicar
que incluso nos lubriquemos cuando practicamos ‘energygasm’? Barbara
Carrella, la Uri Geller del sexo mental, aclara: “dejemos de llamar
orgasmo solo a la estimulación directa de un órgano sexual… Es mucho más
que eso”.
La workshop llegó a su
final cuando la luz roja imaginaria que atravesaba el perineo de las
mujeres había, como comenta, chicas que rondaban los veinte y mujeres de
alrededor de sesenta años– se apagó. Sus largos gemidos, sus gruñidos
sexuales y movimientos pélvicos también cesaron y se reclinaron en
posición “post orgásmica”, sonriendo felizmente (y tal vez alguna con
ganas de fumarse un pitillo).
Todas
excepto Siri Kale, que se había quedado dormida. ¿No es el ‘energygasm’
como la vida misma? A veces llegas al clímax; otras, bastantes, te vence
el sueño antes.
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