En nuestro país se acostumbra celebrar las fechas importantes
como cumpleaños y Navidad bebiendo grandes cantidades de licor. Pero se
debe tener precaución ya que su consumo de manera desmedida puede causar
afecciones graves a tu salud.
Una de las afecciones
frecuentes que se pueden padecer cuando se toma con poca moderación es
el coma alcohólico o un coma etílico.
Especialistas
lo definen como un estado de pérdida de conciencia causado por la
ingesta excesiva de bebidas espirituosas en un período corto.
Las
señales de alarma para saber que estás padeciendo de un episodio como
ese son: piel fría o sudorosa, palidez, mareos, náuseas, disminución de
la presión arterial y pérdida del conocimiento.
El
doctor Manuel Parra explica que el coma etílico se produce porque el
alcohol es como cualquier otra droga que afecta el sistema nervioso
central.
“El organismo tendrá un nivel de
aceptación, pero va a llegar un momento en que no vas a reaccionar, la
persona tiende a deshidratarse y perder glucosa, eso trae como
consecuencia que el paciente caiga en un coma alcohólico”, asegura.
El
especialista manifiesta que se debe prestar atención médica rápida ante
esa situación porque puede agravarse si no se trata oportunamente y el
paciente podría fallecer.
Las personas que
padecen un coma etílico pueden asfixiarse debido a los vómitos, además
de que pueden sufrir hipotermia cuando la temperatura corporal baja a
niveles peligrosos.
Parra señala que el
tratamiento para ese estado de inconsciencia consiste en reanimar y
rehidratar al paciente, y dependiendo de la complicación puede pasar de
una a seis horas en el centro de salud.
“Tenemos
que tratar de reponer la pérdida de electrolitos ya que el paciente
está totalmente deshidratado, los tomadores van mucho al baño a orinar y
van perdiendo líquido”.
Otras afecciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de
tres millones de personas debido al consumo excesivo de alcohol.
La
ingesta frecuente de licor causa 200 enfermedades y trastornos.
Padecimientos gastrointestinales, hepatitis, tuberculosis y traumatismos
por accidentes son algunas de las afecciones provocadas por el
alcohol.
La OMS señala que recientemente se
han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la
incidencia de enfermedades infecciosas tales como el VIH/sida.
El
doctor Manuel Parra, presidente de la Sociedad Médica del Hospital de
Lídice, asegura que muchas de las enfermedades aparecen porque las
personas que son adictas al licor no comen y se les van bajando las
defensas poco a poco.
El especialista explica que las personas pasan por varias fases: excitación, exaltación y depresión.
“A medida que vas ingiriendo el licor te deprime, por eso es que la gente se queda dormida cuando ha tomado mucho”.
Expresó
que no todos reaccionamos igual cuando consumimos bebidas espirituosas.
“Hay quienes se ponen chistosos, otros se ponen querendones y está el
borracho agresivo, hay quienes se creen un as del volante y por eso hay
tantos accidentes de tránsito”.
Sin embargo
indicó que no debemos satanizar el consumo de bebidas alcohólicas, y
aseguró que se pueden ingerir con moderación en celebraciones familiares
y sobre todo en estas fechas de compartir con los amigos y parientes.
Recomendó
hacerlo siempre con mesura conociendo los límites de cada uno, y si
alguien se pasa de tragos lo mejor es acostarlo a dormir y que pase la
borrachera hasta el día siguiente.
Si vas a compartir hazlo con conciencia; recuerda que puedes perjudicar a las personas que te quieren.
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