Natalie Suleman, es la mujer que encabezó los titulares de todo el mundo en 2009 con la noticia de que sería la futura mamá de octillizos, producto de un proceso de fertilización in vitro. Ha tenido una vida polémica y llena de críticas alrededor de su pasado, pero ahora está dispuesta a “matar” a su personaje de Octomom para dedicarse en vida y alma a sus pequeños fuera del escándalo.
En el pasado era conocida como Nadya, una estrella porno muy famosa que le dejó cuantiosas ganancias. Hoy de 41 años de edad.
Actualmente ha declarado a la prensa que se siente profundamente avergonzada por la “deshumanización y explotación” de la que se ha sentido víctima. Por años estuvo bajo presión mediática, lo que la llevó a caer en el consumo de sustancias nocivas que la hicieran olvidar y le adormecieran el dolor y la vergüenza.
Natalie está convencida que sus días habrían acabado en manos de una sobredosis si no se hubiera alejado de su estilo de vida y ritmo de trabajo. En el presente está dispuesta a dejar de lado su pasado y demostrar que sus octillizos, de 7 años de edad, serán capaces de tener una vida y un futuro prósperos.
Las críticas a Natalie comenzaron a abrumarla en 2009 cuando se supo que buscó un tratamiento de fecundación asistida para quedar embarazada de 8, a pesar de que ya era madre de 6 niños y estar desempleada.
Revela que en aquella vez ella anhelaba por lo menos un niño o niña más, pero los médicos la alentaron a que le fueran implantados 12 embriones, porque temían que la mayoría no sobreviviría. Los resultados del proceso nacieron 9 meses después: Juan, Nariyah, Josiah, Maliyah, Isaías, Noah, Jeremiah y Makai.
Para que sus hijos tuvieran lo necesario, Natalie terminó participando en una película pornográfica y haciendo sesiones con muy poca ropa, con tal de llegar al final de mes y no terminar en las calles. Su breve carrera como actriz porno le hizo ganar 4 premios como mejor video para adultos. Pero tener ese trabajo le dejaba una sensación de vació y disgusto con ella misma.
“Lo que hice fue por dinero para poder tener comida en la mesa. Todo el mundo piensa que recibía donaciones y ayuda, pero no fue así. Hice todo por mi cuenta y he pagado todo de mi propio bolsillo. Los dos últimos años fueron muy oscuros. Descendí por un camino muy solitario y destructivo“.
La presión financiera fue la que la motivó a consumir sustancias tóxicas. Se sentía destruida y fracasada con todo lo malo que la pornografía había acarreado a su vida. Pero prefirió estar ella parada frente a las cámaras con un cuerpo casi desnudo y sabiendo que muchas miradas la cortarían, antes que a sus hijos les faltara comida. Estaba tan desesperada que estuvo a punto de quedarse sin hogar.
Para mantener asegurado su trabajo en la industria de pornográfica, después del nacimiento de los octillizos, se sometió a diversas cirugías estéticas, entre las que destacan aumento de senos y disminución del tamaño del abdomen. En 2008, confiesa que se inyectó los labios, pero se veía tan mal que no se enorgullece de eso.
En 2009 un medio de comunicación le pagó por posar en bikini y tanta fue su vergüenza que lo negó.
Con el miedo innegable de que alguno de sus hijos siga su camino de los excesos o las cirugías, ahora está convencida de que el papel de madre es el que más le reconforta. Y no ha sido fácil el camino andado, pero está con la mira en llevar una vida saludable y que sus hijos crezcan y vivan libres de culpas, no como el martirio que ella vivió, por la desesperación y la soledad.
En algún momento estuvo a punto de quedarse sin casa y se declaró en banca rota, pero hoy todo va cambiando para bien y vive feliz disfrutando de sus octillizos y sus otros 6 ijos.
Suleman lleva tres años y medio como consejera y terapeuta de familia y no recibe ayuda monetaria para criar a sus hijos ni mantener su casa. Además, en su tiempo libre, sigue cumpliendo su condena -ayuda a la comunidad- por errores que cometió en el pasado.
En el pasado era conocida como Nadya, una estrella porno muy famosa que le dejó cuantiosas ganancias. Hoy de 41 años de edad.
Actualmente ha declarado a la prensa que se siente profundamente avergonzada por la “deshumanización y explotación” de la que se ha sentido víctima. Por años estuvo bajo presión mediática, lo que la llevó a caer en el consumo de sustancias nocivas que la hicieran olvidar y le adormecieran el dolor y la vergüenza.
Natalie está convencida que sus días habrían acabado en manos de una sobredosis si no se hubiera alejado de su estilo de vida y ritmo de trabajo. En el presente está dispuesta a dejar de lado su pasado y demostrar que sus octillizos, de 7 años de edad, serán capaces de tener una vida y un futuro prósperos.
Las críticas a Natalie comenzaron a abrumarla en 2009 cuando se supo que buscó un tratamiento de fecundación asistida para quedar embarazada de 8, a pesar de que ya era madre de 6 niños y estar desempleada.
Revela que en aquella vez ella anhelaba por lo menos un niño o niña más, pero los médicos la alentaron a que le fueran implantados 12 embriones, porque temían que la mayoría no sobreviviría. Los resultados del proceso nacieron 9 meses después: Juan, Nariyah, Josiah, Maliyah, Isaías, Noah, Jeremiah y Makai.
Para que sus hijos tuvieran lo necesario, Natalie terminó participando en una película pornográfica y haciendo sesiones con muy poca ropa, con tal de llegar al final de mes y no terminar en las calles. Su breve carrera como actriz porno le hizo ganar 4 premios como mejor video para adultos. Pero tener ese trabajo le dejaba una sensación de vació y disgusto con ella misma.
“Lo que hice fue por dinero para poder tener comida en la mesa. Todo el mundo piensa que recibía donaciones y ayuda, pero no fue así. Hice todo por mi cuenta y he pagado todo de mi propio bolsillo. Los dos últimos años fueron muy oscuros. Descendí por un camino muy solitario y destructivo“.
La presión financiera fue la que la motivó a consumir sustancias tóxicas. Se sentía destruida y fracasada con todo lo malo que la pornografía había acarreado a su vida. Pero prefirió estar ella parada frente a las cámaras con un cuerpo casi desnudo y sabiendo que muchas miradas la cortarían, antes que a sus hijos les faltara comida. Estaba tan desesperada que estuvo a punto de quedarse sin hogar.
Para mantener asegurado su trabajo en la industria de pornográfica, después del nacimiento de los octillizos, se sometió a diversas cirugías estéticas, entre las que destacan aumento de senos y disminución del tamaño del abdomen. En 2008, confiesa que se inyectó los labios, pero se veía tan mal que no se enorgullece de eso.
En 2009 un medio de comunicación le pagó por posar en bikini y tanta fue su vergüenza que lo negó.
Con el miedo innegable de que alguno de sus hijos siga su camino de los excesos o las cirugías, ahora está convencida de que el papel de madre es el que más le reconforta. Y no ha sido fácil el camino andado, pero está con la mira en llevar una vida saludable y que sus hijos crezcan y vivan libres de culpas, no como el martirio que ella vivió, por la desesperación y la soledad.
En algún momento estuvo a punto de quedarse sin casa y se declaró en banca rota, pero hoy todo va cambiando para bien y vive feliz disfrutando de sus octillizos y sus otros 6 ijos.
Suleman lleva tres años y medio como consejera y terapeuta de familia y no recibe ayuda monetaria para criar a sus hijos ni mantener su casa. Además, en su tiempo libre, sigue cumpliendo su condena -ayuda a la comunidad- por errores que cometió en el pasado.
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Nadie puede Juzgar a una madre por lo que haga para llevar comida a la mesa de sus hijos. Una sociedad que es tan consumidora de pornográfica Menos, la apoyo totalmente cono mujer y madre... Es hermosa y joven no debería estar triste.
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