Viviana Poremski estaba en el segundo piso de su casa de Baltimore el domingo pasado, cuando se produjo un incendio. Mientras el fuego se propagaba, el perro de la familia, Polo, se colocó en la parte superior de la niña para de protegerla de las llamas.
La madre del bebé, Erika, había salido a su coche un momento cuando se dio la vuelta y encontró su casa en llamas.
«Oía su llanto y no podía llegar a ella», dijo Erika a la cadena WBALTV. «Fue muy duro, todos en el vecindario lo intentaron. Estaban pateando las puertas y las ventanas. No pudieron sacarla. Nadie podía».
Los bomberos explicaron que cuando entraron en la casa, encontraron a Polo cubriendo el cuerpo de la niña. «Ella tenía quemaduras en un lado», dijo Erika. «Polo se quedó con ella todo el tiempo en la habitación».
Viviana sufrió graves quemaduras en la cara, el brazo y el costado. Se encuentra en estado grave en una unidad de cuidados intensivos.
«Fue mi primer bebé y ahora lo he perdido», dijo la Sra Poremski. «Y estoy rezando para no perderla a ella. Es todo lo que tengo».
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