Hay momentos en los que no sabemos cómo calmar a nuestros hijos, ya sea por su emoción, hiperactividad, tristeza o nervios. Existen muchísimos métodos aplicables en esos casos y en esta ocasión te traemos uno muy sencillo, barato y práctico: la botella de la calma.
Materiales
1 botella plástica transparente.
Agua caliente.
Pegamento líquido transparente.
Escarcha.
Colorante para comidas.
2 cucharadas de glicerina o champú infantil transparente.
Pegamento resistente o cola caliente.
Preparación
- Llenar la mitad de la botella con el agua caliente.
- Añadir el pegamento líquido, la cantidad dependerá de qué tan despacio quieres que se mueva la escarcha.
- Vertir dos cucharadas de glicerina y mezclar muy bien. La combinación del pegamento con la glicerina generará que existan fluidos de diversas densidades
- Colocar un poco de colorante y bate de nuevo los ingredientes.
- Agregar la cantidad y los colores que quieras de escarcha y volver a mezclar.
- Colocar el agua caliente hasta llenar el frasco, es importante dejar un dedo de libre así permitirá que el -contenido se mueva con facilidad.
- Colocar la tapa. Para ello debes usar una pistola con cola caliente o el pegamento resistente, de esta forma no se podrá abrir.
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