El Premio Nacional a la Inventiva Tecnológica Popular Luis Zambrano galardonó el dulce sabor del ingenio y de la excelencia de un profesional llanero que creó un recolector de frijoles para pequeños y medianos productores, y de un autodidacta oriental que diseñó un dispositivo para la reeducación del habla
Una Venezuela de emprendedores engalanó la edición 2016 de los Premios Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación. “Ya conocemos a los ganadores y a las ganadoras de los prestigiosos galardones de la ciencia y la inventiva nacional. Este año, la juventud es protagonista: talentos juveniles venezolanos resultaron reconocidos por sus aportes científicos y tecnológicos de alto impacto social”, informó el viceministro para Investigación y Aplicación del Conocimiento, Guillermo Barreto.
“Hoy, la generación de relevo le demuestra al país el valor que tienen los conocimientos y la creatividad para construir un país más sano, más productivo y más feliz. Con estos premios, estamos promoviendo la participación de las nuevas generaciones que apuestan a la construcción científica y tecnológica, desde su sentir y su mirada”, exaltó el vocero del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.
El Viceministro subrayó que se valoró la calidad académica de los trabajos presentados; pero, también, la profundidad social de cada proyecto: “El mensaje que estamos enviando es que apreciamos, además de la rigurosidad metodológica, los criterios éticos; el trabajo colectivo; la trascendencia de las obras, y el impacto que estas tienen en la salud pública, en las áreas productivas y en los ámbitos sociales de cualquier rincón de la patria”.
“El objetivo de estos premios es re-conocer el trabajo tesonero de nuestros científicos, tecnólogos e innovadores. Es importante que se perciba el nivel y la calidad de la ciencia que se hace en nuestro país”, estimó Barreto.
Notificó que el jurado —formado por 45 especialistas de universidades nacionales, centros de investigación públicos, y tecnólogos populares— deliberó durante un mes para elegir a los ganadores. En total, fueron galardonados 16 personas y 3 grupos, en tres categorías y 10 menciones distinguidas por trayectoria, nivel educativo o áreas de conocimiento.
Especial jóvenes venezolanos emprendedores
Como Investigador Novel, fue reconocido Johane Bracamonte, un joven ingeniero mecánico, de 32 años de edad, quien se destaca como docente e investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Él tiene aportes científicos de gran interés en el área de generación de energía hidroeléctrica. Entre sus logros, brilla el registro “Software para el monitoreo y control de variables de operación de un deshidratador solar de alimentos”.
En el historial del Grupo de Investigación en Geofísica Aplicada de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), distinguido como Grupo de Investigación Consolidado, sobresalen cincos jóvenes que no han parado de innovar e investigar: Carlos Reinoza, Mónica Paolini, Luis Yegres, Jélime Aray y Yuniev Martínez. Este quinteto juvenil, ganador en propuesta colectiva, forma parte de un equipo con investigaciones de referencia en su especialidad, y una nutrida participación en eventos de socialización de conocimientos que abonan a la prevención de riesgos y efectos de la actividad sísmica.
El Premio Nacional de Ciencia y Tecnología 2016 es un caso similar al anterior. Este galardón fue compartido por investigadores de larga trayectoria, como Juan Luis Concepción y Néstor Áñez, docentes de la Universidad de Los Andes (ULA) en Mérida, cuya actividad científica también ha contado con la participación de estudiantes jóvenes de pregrado y posgrado. Concepción, premiado como Investigador de Amplia Trayectoria, generó junto con un grupo de educandos un producto de investigación sobresaliente: un estuche para el diagnóstico estratégico de chagas y leishmaniasis, el cual ya está en escalamiento y estará disponible en el sistema nacional de salud pública, en los próximos meses.
El ingenio juvenil venezolano también se retrató en la Mención Ciencias Naturales. Tres estudiantes: Octavio Hernández, Alejandro Cornejo y Paula Vargas participaron de un estudio colectivo, liderado por la científica María Elena Márquez, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), cuyos resultados proponen estrategias y tratamientos innovadores para aumentar la esperanza de mejoría en pacientes con leucemia crónica.
Otro ejemplo del talento de la generación de oro quedó plasmado en la muestra de prototipos. Con el desarrollo de un dispositivo electrónico que permite reeducar el habla en personas con problemas de tartamudez, Miguel José Gutiérrez, un joven de 32 años, oriundo del estado Sucre, obtuvo la distinción Autodidacta del Premio a la Inventiva Tecnológica Popular Luis Zambrano. Esta herramienta terapéutica indica, mediante señales vibratorias, cuándo respirar y por cuánto tiempo.
Gente y proyectos ganadores
Gente y proyectos ganadores
En la categoría Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, los ganadores fueron: Johane Bracamonte Barán, de la UCV, como Investigador Novel; Juan Luis Concepción Curbelo, de la ULA, por Amplia Trayectoria y valiosos aportes científicos a las comunidades campesinas; Néstor Áñez Reverol, también de la ULA en Mérida, recibió la Mención Honorífica, por su actividad científica, ininterrumpida, durante 44 años.
El Grupo de Investigación en Geofísica Aplicada de Funvisis fue valorado como Grupo de Investigación Consolidado, de “notoria rigurosidad científica”, con 16 miembros activos; a saber: Javier Sánchez, Michael Schmitz, Frank Audemard, Herbert Rendón, Carlos Reinoza, Víctor Rocabado, Kenny García, Mónica Paolini, Luis Yegres, Jesús Ávila, Jélime Aray, Pedro Medina, Yuniev Martínez, Cecilio Morales, Leonardo Alvarado y Luz Rodríguez.
En el Premio a la Inventiva Tecnológica Popular Luis Zambrano, fueron reconocidos cinco innovadores. En la mención Profesional, Gustavo Rodulfo López, poblador del estado Guárico, por un prototipo recolector de leguminosas, que permite cosechar, en tres horas, una hectárea; trabajo que 14 jornaleros harían a mano, durante dos semanas.
Fidel Francia Báez recibió Mención Honorífica por el diseño e implementación de un modelo de sistema de control en vehículos, como tecnología de apoyo para personas con discapacidad motora. En la mención Autodidacta, fue premiado Miguel Gutiérrez Lanza, por un equipo para la reeducación del habla.
En esta distinción, la Mención Honorífica fue para Nelman Molina Ayala, por el prototipo “Reutilización extrema de materiales de desecho en segundas aplicaciones”; y el Reconocimiento Especial para Héctor Rojas Vírgüez, por trabajar durante 7 años en el desarrollo de proyectos tecnológicos.
Los científicos reconocidos con el Premio al Mejor Trabajo Científico, Tecnológico y de Innovación son: María Elena Márquez, Octavio Hernández, Alejandro Cornejo, Paula Vargas y Osiris Da Costa; en la mención Ciencias Naturales, por su investigación para el entendimiento de los mecanismos que regulan la leucemia linfocítica crónica. Francisco Montes De Oca Rivero y Liliana Rebeca Pérez, ambos de la Universidad Centrocidental Lisandro Alvarado (UCLA), se hicieron merecedores del premio en Ciencias Exactas, por un trabajo doctoral original en el que se establecen condiciones para que modelos matemáticos predigan la extinción o supervivencia de especies biológicas.
Petra Navas Hernández ganó en Investigación Tecnológica, por un trabajo en el cual se comprobó que adicionar harina de soya a la harina de maíz aporta, a la dieta, importantes propiedades antioxidantes que actúan contra el envejecimiento y enfermedades como el cáncer y lesiones oculares.
Agustina Rojas, Gladys Crisante, Pablo García, José Carrero y Néstor Áñez destacaron en Ciencias de la Salud, por sus innovadores aportes al diagnóstico serológico específico de leishmaniasis cutánea americana. Hortensia Caballero Arias, del IVIC, ganó en Ciencias Sociales y Humanas, por una extensa investigación histórico-antropológica en cuyo contenido se hace un análisis de las representaciones construidas sobre los yanomanis, en el Alto Orinoco.
En este último renglón, se otorgaron menciones honoríficas a Wladimir Serrano Gómez, por su trabajo “Libros de textos, matemáticas escolares y neocolonialismo en Venezuela”; y a Samuel Hurtado Camargo, por “La conspiración de 1813 en Barinas: historias y testimonios"; también, un reconocimiento especial a Iraida Vargas y Mario Sanoja, por sus aportes a la consolidación de las ciencias sociales y humanas en Venezuela.
/ Prensa Fonacit
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