El asesinato a tiros de uno de los jueces que confirmó la sentencia de casi 14 años años de prisión contra Leopoldo López, trajo a colación algunas declaraciones del dirigente político venezolano que pudieran interpretarse como amenazas y seguimento a los magistrados a cargo de la causa.
El jueves 15 de septiembre de 2015, cuando la magistrada Susana Barreiros anunció su decisión, López le habría advertido que “si me condena, saldré con la cabeza bien alta. Va a tener usted más miedo de escribir esa sentencia que yo de recibirla”, según reseñó el diario español El País, en una nota firmada por Javier Lafuente.
La condena a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de cárcel, que cumple en la prisión militar de Ramo Verde, a unos 25 kilómetros de Caracas, lo considera culpable de participar e instigar las manifestaciones de 2014, que provocaron la muerte de 43 personas y cientos de heridos, asi como daños a edificaciones como la sede del Ministerio Público y el incendio de vehículos policiales.
La aseveración de López, si bien no se puede considerar una amenaza directa a la integridad física de la juez, no deja de mostrar elementos que pudieran haber sido usados para disuadir a la funcionaria de tomar la decisión.
Luego de la decisión Barreiros fue designada como titular de la Defensa Pública (una instancia de asistencia jurídica gratuita) por la Asamblea Nacional, el 10 de diciembre de 2015, y en dicho acto el entonces presidente del parlamento, el diputado chavista Diosdado Cabello, destacó que “si esta señora, en su ejercicio como juez, hubiese puesto en libertad a quien mandó a asesinar a 43 personas en Venezuela a lo mejor le tuvieran hasta un santuario en la derecha, pero como actuó con valentía, aún a costa de su vida, con amenazas d muerte en varias ocasiones, tomó la decisión histórica que tenía que tomar”.
Con respecto a la corte de apelaciones que un año despues confirmó la sentencia de Barreiros, llama la atención el seguimiento que López le hacía a los tres magistrados del tribunal colegiado.
El 18 de agosto de 2016, dos días despues de la ratificación de la condena, el político de derecha, calificó como “verdugo” al juez Jimai Montiel y reveló, destacando una supuesta ironía, que “fue aquel niño que le cantó en 1985 al Papa Juan Pablo II”, en una visita a Venezuela.
Irónico. Uno de los jueces hoy verdugo, Jimai Montiel, fue aquel niño que le cantó en 1985 al Papa Juan Pablo II
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