Probablemente has añadido todo tipo de estímulos a tu vida amorosa, como mirarte en los espejos o grabar un video de alguno de tus encuentros en el sexo. El sexting y los juguetes sexuales son ahora una costumbre y las relaciones en un lugar donde puedes ser cazados son tan frecuentes como las que se desarrollan entre los muros de tu casa.
Si tu fogosidad te ha llevado a probarlo prácticamente todo, existe una alternativa con la que volver a renovar la pasión. Algunos estudios revelan que las parejas que tienen una relación muy satisfactoria, a pesar de llevar mucho tiempo juntas, experimentan más que al inicio.
Para seguir tanteando las inabarcables vías del amor, existe una gran cantidad de juegos eróticos a los que siempre se puede recurrir. Para que el aburrimiento no ocupe un lugar entre tus sábanas, hemos seleccionado siete con los que nadie pierde; de una forma u otra siempre ganan los dos. Aquí, más que nunca, lo importante es participar.
1. Slow Sex
Normalmente vemos el sexo como un camino hacia el orgasmo y la eyaculación. ¿Por qué no le das la vuelta a esta idea? Juega a que esté prohibido llegar al clímax. Disfrutarás el uno del otro durante más tiempo y te esmerarás especialmente en el placer ajeno.
Para que lo acabes tomando más en serio, añade una apuesta en la que el perdedor tenga que hacer algo por el otro, como planchar la ropa durante toda la semana.
2. Los quince minutos
La dinámica es muy simple, uno debe permanecer de pie con las manos “pegadas” a la mesa y sin moverse durante 15 minutos. El otro tiene a disposición un cuarto de hora para convertir la inmovilidad de su pareja en la tortura más sexy del mundo.
3. Sin manos
Resulta impensable pensar en una noche de pasión sin utilizar las extremidades más fundamentales para el tacto. ¿Qué puede ocurrir durante un encuentro si los amantes se prohíben mutuamente tocarse con las manos? Pueden servirte de cuerdas o incluso de esposas si no puedes controlar la tentación. A partir de ese momento, empieza el juego. ¿Serás capaces de llegar al orgasmo?
4. El punto X
La dinámica es la misma que la de adivinar en qué número estás pensando, pero sustituyéndo la cifra por un lugar concreto de tu anatomía. Tu acompañante tendrá que besar cada recodo de tu piel hasta que adivine el sitio que tienes en mente. Aunque, claro, siempre se pueden hacer trampas y que el juego no pare aunque el otro lo haya averiguado ya.
5. La representación
Ya sea sirviendo de una escena erótica de un clásico del cine o de un video para adultos que te atraiga especialmente a ambos, ¿por qué no pruebas a copiar lo que hacen los actores en la pantalla?
6. Strip-pong
Es uno de los juegos más típicos en las fiestas universitarias americanas. Utiliza la mesa de tu salón como si fuera una tabla de ping-pong. Coloca 12 vasos de plástico con un poco de vino o cerveza dibujando dos triángulos en cada lado del campo.
Cada uno permanecerá en el borde opuesto de la mesa. Por turnos, tienes que encestar una pelota de ping-pong en los vasos de tu amado rival. Cuando alguien consiga acertar el otro tendrá que beberse el contenido del vaso y quitarse una pieza de ropa. El que gane el juego tendrá el privilegio de pedirle un favor sexual al otro.
7. El abecedario
Nunca hubieras sospechado que una de las primeras lecciones que aprendiste en el colegio se acabaría convirtiendo en tu mejor aliado para el sexo oral. Las reglas son muy simples: utilizando su lengua, él tendrá que escribir cada letra del alfabeto en el clítoris de su acompañante. Se puede jugar escribiendo mensajes secretos que ella tendrá después que descifrar, añadiendo un pequeño castigo en el caso de que no consiga dar con la solución.
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