En un McDonald’s de El Bronx, el gerente vendió cocaína en cantidades valoradas en casi 10,900 dólares a un policía encubierto. Tras tres meses de investigación, las autoridades arrestaron a Frank Guerrero por vender esa droga escondida en las órdenes de comida en ocho ocasiones a un agente encubierto.
En la última transacción, y la mayor de todas, Guerrero le vendió aproximadamente 100 gramos de cocaína y crack con cocaína al policía encubierto por 6,520 dólares en el baño del restaurante ubicado en Bruckner Boulevard en la sección de Soundview. Guerrero sacó la droga del dispensador de jabón.
La investigación que condujo al arresto de Guerrero, de 26 años, reveló que él usó su posición para tapar sus transacciones de narcóticos.
“Presuntamente Guerrero ocultó la cocaína en una bolsa para galletas que colocó dentro de una orden de dos cheeseburgers, una soda y papas fritas. Otros empleados estaban trabajando en ese momento en el restaurante”, indica la Oficina del Fiscal Especial de Narcóticos de la ciudad de Nueva York de dos ocasiones que el hombre vendió la droga a un oficial encubierto.
La fiscalía especial sostiene, asimismo, que Guerrero le dio tratamiento especial a sus clientes de drogas. Mientras los clientes de McDonald’s solo pueden ordenar por la ventanilla del restaurante en el 1600 Bruckner Boulevard durante el turno nocturno, a sus clientes de drogas, Guerrero presuntamente les abría la puerta principal y los invitaba al restaurante.
“Las acciones de este empleado son inaceptables y no serán toleradas en mi organización”, sostuvo Tony Rodríguez, dueño y operador del McDonald’s, al decir que cooperan con la investigación del Departamento de la Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD).
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