La tecnología es hoy una gran aliada. Pero también tiene trae aparejados varios problemas cuando se hace mal uso de ella. Y, según aseguran los expertos y reiterados estudios, la salud también podría verse afectada.
En el trabajo, en los ratos de ocio, al viajar, interrumpiendo la comida y las conversaciones, y hasta en la cama. En muy poco tiempo, no ha quedado prácticamente ningún espacio sin ser “colonizado” por las pantallas de celulares, computadoras y tablets. El impacto ha sido total en nuestra psicología, en la manera de relacionarnos, y también en nuestra visión. Literalmente.
Y es que las pantallas de los teléfonos portátiles, junto a las de las computadoras, y las tablets harían adelantar hasta 10 años la aparición de esta enfermedad ocular, que normalmente era un problema a partir de los 50 años de edad.
La presbicia se debe a la dificultad del ojo para acomodar automáticamente su lente natural, llamada cristalino, en el proceso de la visión. Es parte de un deterioro natural que aparece con los años y que normalmente hacía que las personas de más de 50, tanto mujeres como hombres, no pudieran vivir sin usar anteojos (en muchos casos, diferentes para ver de lejos y de cerca).
El caso es que una reciente noticia difundida por la agencia internacional Europa Press asegura que, a causa de la sobre exposición a las pantallas electrónicas, la presbicia está empezando a afectar cada vez más a las personas jóvenes. Este cambio, que ha hecho a la presbicia más precoz, se ha dado en los últimos cinco años, según aseguran en el Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT) de España.
La presbicia o vista cansada aparece cada vez antes fruto de un mayor uso de ordenadores, tablets y teléfonos móviles, lo que a su vez ha adelantado también la evolución de cataratas
“La presbicia o vista cansada aparece cada vez antes, fruto de un mayor uso de ordenadores, tablets y teléfonos móviles, lo que a su vez ha adelantado también la evolución de cataratas, que se están empezando a ver en personas de 45-50 años, diez años antes de lo que era más común hasta ahora”, indicó el director del IOTT, Emilio Juárez.
“Ahora se fuerza mucho más la visión, porque todo el mundo va con teléfono móvil y lee de todo a través del ordenador, lo que ha adelantado este problema visual”, agregó Juárez.
Este problema es la evolución natural de la presbicia que afecta al cristalino y por el que el ojo empieza a tener problemas para enfocar. “Empieza a calcificarse por la parte de los polos e impide que el cristalino se pueda contraer y estirar”, explicó, de modo que cuando se calcifica por completo aparece la catarata, que provoca una visión “borrosa o empañada”.
“La presbicia es la causa de consulta más común en pacientes de 40 años en adelante, aunque puede aparecer antes también, pero como es parte de un proceso natural de deterioro lo más probable es que todos se vean afectados en algún momento de su vida”, explicó a Infobae el doctor Robert Kaufer, especialista en cirugía oftalmológica.
Perder visión y no notarlo
La mayoría de las personas tendrá, tarde o temprano, la presbicia en algún momento de su vida. Ver la hora en el despertador al levantarse, diferenciar el shampoo de la crema de enjuague cuando se está bajo la ducha, prepararse el desayuno, ver los números en el tablero al entrar en el auto para manejar, son las tareas cotidianas que empiezan a dificultarse cuando la edad, por diferentes motivos, empieza a afectar a la visión.
Además de la presbicia, la pérdida puede deberse a otras causas que se suman sin que el paciente lo advierta, como las cataratas, que son el principal motivo de ceguera prevenible: “Si tuviéramos un panel de cientos de lamparitas encendidas y se apagan dos o tres, no notaríamos la diferencia –graficó el doctor Kaufer–. El problema se da cuando se van apagando progresivamente sin que esa diferencia se note, y al cabo de un tiempo la persona no se da cuenta de cómo ha empeorado su visión, y eso es lo que pasa con muchos pacientes, que llegan al consultorio pensando que ven bien sin saber que conservan apenas un 25 por ciento de su visión”.
La llegada al consultorio oftalmológico por parte del paciente es motivada, la mayor parte de las veces, por la pérdida de la calidad de vida; pero muchas veces, eso recién se da cuando la pérdida visual ya está muy avanzada.
Nuevos tratamientos
“El progreso logrado por la oftalmología de precisión con las lentes intraoculares multifocales, sumado a una innovación reciente como el láser de femtosegundo, que permite automatizar con extrema exactitud las operaciones de corte y colocación de estas lentes, hacen que el confort y la seguridad del paciente –y con ello, la satisfacción con el tratamiento– sean óptimos”, explica el destacado oftalmólogo, director médico de Kaufer Clínica de Ojos.
“La nueva tecnología de láser de femtosegundo permite realizar la apertura circular del cristalino de manera exactamente idéntica todas las veces, lo que le ofrece al paciente un mayor estándar de seguridad que cuando esa parte de la cirugía se hace a mano”, precisó el experto.
Las lentes intraoculares surgieron como alternativa a las lentes de contacto y las cirugías refractivas de la córnea. Tras un diagnóstico de precisión en el que el especialista evaluará la posibilidad de aplicarlas –”las lentes intraoculares suelen aplicarse cuando el problema se localiza en el cristalino del paciente”, aclaró Kaufer–, la intervención se realiza con anestesia local mediante gotas, con el paciente despierto o sedado según su propia preferencia.
“No se siente molestia alguna antes, durante ni después de la operación. Al abrir los ojos tras la operación el paciente ve con alguna alteración por la dilatación de las pupilas, pero al cabo de pocas horas ya tienen visión normal… que es lo que más impacto causa, porque muchos habían olvidado lo que era tener una visión normal”, relató Kaufer.
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