Un dantesco crimen tuvo lugar en la ciudad de Maturín, estadio Monagas, cuando un joven asesinó y descuartizó hace dos meses a su propia madre, identificada como Rosalinda Miraval, de 50 años de edad.
El asesino, cuyo nombre es Jerinson Cavires (20), utilizó una sierra eléctrica para desmembrar el cadáver de su progenitora en una calle ubicada en la calle Junín de la capital monaguense.
Familiares de la víctima comenzaron a sospechar del joven, ante la prolongada ausencia de Miraval. En un principio el malhechor alegó que su madre se encontraba en Charallave, estado Miranda, pero dado que no regresaba y no lograban comunicarse con ella, decidieron poner la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Ante el acoso policial, el joven confesó el crimen y reveló que había lanzado los restos de la víctima al caño Orinoco, ubicado en la referida entidad.
El delincuente se encontraba bajo los efectos de la droga cuando cometió el terrible crimen.
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