En ocasiones, el mal olor en tus zonas genitales, quizá no sea por la falta de higiene en ellas exclusivamente, influyen otros factores que privan como puede ser el consumo de ciertos alimentos.
En nuestro cuerpo poseemos unas glándulas apocrinas, las cuales podemos encontrar en las axilas, pies, genitales y pecho. Estas, segregan principalmente, ceramidas. Estas al combinarse con algunas bacterias de la dermis, causan un sudor mucho más grasoso y lleno de aromas desagradables. Esto se llama bromhidrosis.
En nuestro cuerpo poseemos unas glándulas apocrinas, las cuales podemos encontrar en las axilas, pies, genitales y pecho. Estas, segregan principalmente, ceramidas. Estas al combinarse con algunas bacterias de la dermis, causan un sudor mucho más grasoso y lleno de aromas desagradables. Esto se llama bromhidrosis.
Este padecimiento puede aparecer desde los 15 años y no irse nunca, pero sí puede disminuir en el momento que desees cambiando un poco tus hábitos alimenticios. El sudor puede ser demasiado intenso, pero con la alimentación correcta podrás hacer de tu experiencia con las glándulas algo más ligero y llevadero.
La genética y el consumo de alimentos, influyen en que las ceramidas sena mucho más intensas o no. Ante la primera razón no se puede hacer nada, desafortunadamente; pero respecto a la alimentación, puedes cambiar tu dieta de modo que los alimentos que consumas se conviertan en tu aliados para evitar los olores desagradables, ya que pueden, incluso, sobrepasar los límites.
Carnes rojas
Contienen grasa y por lo tanto colesterol. La acumulación de los tóxicos del animal también influyen en que ésta no se mantenga fresca y del mismo modo contiene carbohidratos que provocan mal olor y sudoración excesiva.
Contienen grasa y por lo tanto colesterol. La acumulación de los tóxicos del animal también influyen en que ésta no se mantenga fresca y del mismo modo contiene carbohidratos que provocan mal olor y sudoración excesiva.
Lacteos
La grasa propia de los lácteos genera mucosas en las cavidades húmedas del cuerpo. Si no se extrae a tiempo o como debe ser, puede generar acumulación de bacterias que propician el mal olor.
La grasa propia de los lácteos genera mucosas en las cavidades húmedas del cuerpo. Si no se extrae a tiempo o como debe ser, puede generar acumulación de bacterias que propician el mal olor.
Miel
Aunque es un endulzante natural, esta puede llegar a ser dañina para la salud aumentando el colesterol en el toorente sanguíneo, elevando el nivel de glucosa, al ser de origen animal es casi seguro que puede contener bacterias dañinas para el cuerpo. Éstas generan malos olores e incluso infecciones.
Aunque es un endulzante natural, esta puede llegar a ser dañina para la salud aumentando el colesterol en el toorente sanguíneo, elevando el nivel de glucosa, al ser de origen animal es casi seguro que puede contener bacterias dañinas para el cuerpo. Éstas generan malos olores e incluso infecciones.
Enlatadas
Son tan dañinos, que pueden provocar más efectos en los seres humanos de los que se pensaba. Uno de ellos es el Bisfenol A, mismo que causa problemas en el sistema endocrino alterando las hormonas, las cuales pueden jugar con la secreción de líquidos semejantes a la pus.
Son tan dañinos, que pueden provocar más efectos en los seres humanos de los que se pensaba. Uno de ellos es el Bisfenol A, mismo que causa problemas en el sistema endocrino alterando las hormonas, las cuales pueden jugar con la secreción de líquidos semejantes a la pus.
Sal
La sales tapan las arterias, venas y otros puntos importantes del cuerpo acumulando grasas y por lo tanto se tapan los poros, lo que causaría, inminentemente, mal olor.
La sales tapan las arterias, venas y otros puntos importantes del cuerpo acumulando grasas y por lo tanto se tapan los poros, lo que causaría, inminentemente, mal olor.
Embutidos
Su compuesto está basado en grasas y en la acumulación de carnes y desperdicios animales. Razón suficiente para evitar su comnsumo.
Su compuesto está basado en grasas y en la acumulación de carnes y desperdicios animales. Razón suficiente para evitar su comnsumo.
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