El hecho sucedió el mes pasado en el hospital Kenyatta National, en Nairobi, la capital de Kenia. El neurocirujano y su equipo abrieron el cráneo de un paciente para extraer un coágulo de sangre en el cerebro, se dieron cuenta que no había nada porque se trataba del paciente equivocado.
Se presume que el error de debió luego que el personal del hospital mezcló las etiquetas de identificación de los pacientes, el primero requería de una cirugía cerebral para eliminar un coágulo y el segundo necesitaba un tratamiento para la inflamación del cerebro.
Asimismo, se menciona que al doctor se le libera de la responsabilidad debido que el solo se guía por la información que tiene en la planilla.
Sumado a esto, las enfermeras resultaron ser punto blanco , pues se le culpabiliza porque son las que se encargan de preparar al paciente.
La persona sometida a cirugía sobrevivió de milagro y el que tenía un coágulo no fue necesario intervenirlo , porque mejoró significativamente.
Los expertos suspendidos fueron : El neurocirujano, la enfermera de sala,la enfermera de recepción y el anestesista.
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