Es preciso saber que “No todas las hepatitis tienen la misma fuente de contagio”.
La hepatitis A es la más frecuente y se trasmite por vía fecal-oral con agua y alimentos contaminados, pero la Hepatitis B es fundamentalmente de trasmisión sexual, también puede ser al igual que la Hepatitis C a través de la sangre e instrumental contaminado con sangre, por lo que en Hepatitis B y C no se justifica el aislamiento.
Cuando te diagnostican la hepatitis A, probablemente es cuando ya estas ictérico (coloración amarilla) y la posibilidad de contagio disminuye, porque la cantidad de virus que estas eliminando por heces es muy baja, el periodo de mayor riesgo de contagio es cuando se presenta la fase de síntomas iniciales que preceden a la ictericia.
Como verás no tiene mucha sustentación el aislamiento, sin embargo es recomendable no compartir vasos, plato, cubiertos entre otros, más que todo para evitar que el paciente con hepatitis sea contaminado por otra persona con algún proceso infeccioso, porque el sistema inmunológico del paciente se vería en aprietos intentando luchar contra dos infecciones a la vez.
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