Este lunes se conmemora la celebración del Día Internacional de las Lenguas de Señas, fecha establecida por las Naciones Unidas (ONU) en 2018 para promover y concienciar sobre la importancia de esta forma de comunicación.
Es difícil ubicarlo en una fecha exacta, incluso, algunos lingüistas consideran “problemático” situarlo en el tiempo, como el profesor de la Universidad de Sinaloa, Luis Escobar López-Dellamary. Pese a esto, el académico señala que el surgimiento de la lengua de señas tiene al menos 200 años.
La iniciativa del organismo internacional busca facilitar su aprendizaje y promover una identidad lingüística en las comunidades de personas sordas.
Sería tras estudios lingüísticos, en los que se demostró la particularidad de su estructura, gramática y vocabulario, que en 1960 comenzó a verse como una lengua independiente.
Hoy existen más de 300 lenguas de señas en todo el mundo. Cada país tiene la suya e, incluso, a veces en una misma nación se puede encontrar más de una. Lo curioso en este caso es que son distintas, si bien se comparte la lengua hablada. Así, los señantes no se comunican igual en México, que en España o Cuba, aunque el idioma convencional sea común: el español.
Latinoamérica, por ejemplo, posee estructuras gramaticales similares en cuanto al lenguaje de señas, aunque las señas son distintas para nombrar las cosas, por lo que varía el léxico según el país.
“No son tan distintas, son pequeñas variantes que sin embargo se respetan como sistemas distintos y nombres diferentes, precisamente porque tienen esta función de cargar o reproducir la identidad de las comunidades”, señaóa Escobar López-Dellamary.
En una conversación en lengua de señas, los interlocutores no miran las manos, sino la cara, debido a que la expresión del rostro expresa situaciones gramaticales. Una pregunta y una afirmación a esa misma interrogante, por ejemplo, posee las mismas señas, por lo que la expresión facial es clave para saber si se afirma o se interroga.
Un lenguaje de millones de personas
Son 360 millones de personas que no tienen la capacidad auditiva en el mundo, según la página oficial del Centro de Información de la ONU (CINU), lo que representa un cinco por ciento de la población mundial. De ese total, 32 millones son niños.
Sin embargo, solo el 20 por ciento de las personas sordas utiliza la lengua de señas como idioma materno, debido a que algunos emplean implantes cocleares y se comunican en la lengua hablada de su país. Otros no tienen la oportunidad de aprender el lenguaje de señas ni utilizar este tipo de implantes, por lo que la comunicación se hace más difícil.
Es por ello que las Naciones Unidas convoca a proteger y preservar la amplia diversidad de las lenguas de señas, facilitar el acceso a las mismas, y establecer su aprendizaje obligatorio como pasos necesarios para garantizar los derechos humanos para las personas sordas.
Como lengua propia, además, ha llevado a la formación de una cultura literaria en comunidades sordas. Así, han surgido poetas, dramaturgos y narradores que han creado sus propias producciones artísticas para sordos.
La lengua de señas ha demostrado que el ser humano necesita el lenguaje, ya sea oral o visual, para comunicarse, así como la necesidad de la comunicación y la cultura. Para las personas sordas, el lenguaje hablado se hace inaccesible, por lo que desarrollaron su propio idioma mediante la visualidad.
Síguenos a través de nuestro: Twitter: @elparroquiano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario