La paciente se encuentra asintomática y sus familiares ya están aislados y asistidos por profesionales.
Brasil confirmó este miércoles 1 de abril el primer caso de coronavirus en un indígena del país tras el contagio de una mujer de 20 años de la etnia Kokama, en el estado de Amazonas (norte), informaron fuentes oficiales.
La paciente trabaja como Agente Indígena de Salud en la región del municipio de Santo Antonio do Içá, a unos 200 kilómetros de la frontera con Colombia, según señaló Fundación Nacional del Indio (Funai) de Brasil.
Las autoridades sanitarias locales sospechan que se infectó tras registrarse el caso importado de un médico que se desempeña en el municipio y dio positivo por SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, tras volver de sus vacaciones.
Desde entonces, el médico y todas las personas que estuvieron en contacto con él, entre ellas 12 pacientes indígenas y 15 auxiliares sanitarios, están aislados y bajo vigilancia sanitaria.
A los 27 casos sospechosos se les sometió a pruebas de diagnóstico y, hasta el momento, solo se ha confirmado el contagio de la mujer indígena.
Según la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai), la paciente se encuentra asintomática y sus familiares ya están aislados y asistidos por profesionales.
Asimismo, las personas que estuvieron en contacto con la mujer indígena también están siendo monitoreadas y se les realizó la prueba para detectar si están o no contagiados.
Los pueblos indígenas de la Amazonía son grupos especialmente vulnerables a la aparición de nuevas enfermedades, y en este sentido, organizaciones de la sociedad civil han pedido al Gobierno medidas especiales para proteger a este colectivo de la COVID-19.
En el pasado, miles de ellos murieron tras la llegada de los colonizadores europeos, que además de mermar su población por medio de conflictos bélicos y trabajos forzosos, también trajeron nuevas dolencias como gripe, sarampión o tuberculosis, para las que los indígenas no tenían anticuerpos.
El Gobierno de Brasil ha decidido restringir los servicios de salud y seguridad que eventualmente ofrece a los indígenas no contactados de la Amazonía, a fin de mantenerlos alejados del coronavirus.
Según la Funai, el Ministerio de Salud ha intensificado las acciones de vigilancia de enfermedades gripales y síndromes respiratorios en la región.
En la actualidad, las pueblos originarios también sufren con los incendios, los asesinatos de sus líderes y la deforestación de sus tierras, detrás de los cuales se sospecha que hay redes mafiosas que operan en la cuenca amazónica.
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