Hoy es el Día de los Santos Difuntos, popularmente llamado
el Día de los Muertos, pero este año las conmemoraciones por la fecha se han
adaptado a la nueva realidad por la pandemia del COVID-19.
Inicialmente era celebración exclusivamente de los católicos
mexicanos y se llevaba a cabo incluso antes de la época de la
colonización. Con el tiempo se ha convertido en una festividad celebrada en
Centroamérica e incluso en Estados Unidos, en los lugares en donde los
mexicanos abundan.
La conmemoración obedece a una larga tradición de fe en la
Iglesia en la que se ora por aquellos fieles católicos que ya han acabado su
vida terrena y en especial por los que se encuentran aún en estado de
purificación en el Purgatorio. La Iglesia Católica llama «Purgatorio» a un lugar
y estado de purificación en la que los que mueren en gracia y amistad de
Dios pero no perfectamente purificados pasan después de su muerte para obtener
la completa perfección de su alma. Se habla de un fuego purificador y se basa
en una frase de San Pablo en la Biblia que dice: «La obra de cada uno quedará
al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho
se probarán en el fuego».
En tanto, la práctica de orar por los difuntos es sumamente
antigua. En una parte del Antiguo Testamento de la Biblia hay un
relato que señala: «Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos,
para que quedaran libres de sus pecados» y siguiendo esta tradición, la Iglesia
desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos.
Al respecto, San Gregorio Magno, el sexagésimo cuarto papa,
afirmó: «Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este
mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el
otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían
sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y
limosnas por su eterno descanso».
La festividad fue declarada por la Unesco como Patrimonio
Cultural Inmaterial de la Humanidad, con la finalidad de mantener el apego a
esta creencia que considera como «…una de las representaciones más
relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y como una de las
expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos
indígenas del país».
Venezuela, es uno de los países latinoamericanos que
conmemora este día, en el que la población en años anteriores se preparaba
desde horas tempranas de la mañana con la finalidad de adquirir los ramos de
flores que adornarían las tumbas de sus seres queridos. También se decoran con
velones y santos.
Del mismo modo, en las iglesias dedican misas en honor a los difuntos, pero por la pandemia, los templos se han mantenido cerrados y ahora las eucaristías son vía streaming, para evitar la propagación del virus.
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