Un joven pescador estuvo cerca de morir asfixiado luego se tragarse vivo, uno de los peces que recién había sacado con su anzuelo en un lago del municipio Pivijay de Colombia, reseña el diario el Heraldo de Barranquilla
Indica la reseña que el pescador, sin experiencia, por poco muere asfixiado luego de atragantarse con un pez vivo llamado mojarra, mientras buscaba la comida para llevarle a su familia.
El insólito episodio ocurrió en el municipio de Pivijay, departamento del magdalena y gracias a la rápida intervención de los médicos es que el muchacho pudo relatar la historia.
El protagonista, de unos 24 años, salió a pescar en un lago en una de las fincas ubicada a 1.5 kilómetros del casco urbano del municipio, el pasado viernes 23 de enero. El joven lanzó el anzuelo y a los pocos minutos atrapó a su primer pez.
Emocionado por la situación, tiró de nuevo la trampa al agua y cogió otra mojarra. Fue allí cuando la emoción de una tarde productiva se convirtió en una verdadera pesadilla que casi le cuesta la vida.
La inexperiencia lo llevó a tomar una mala decisión, puesto que prefirió llevarse a la boca al pez que tenía en la mano, en vez de dejarlo en el suelo.
Mientras jalaba el nilón con ambas manos, la mojarra que tenía aprisionada entre los labios se le escurrió con sus movimientos hacia el esófago.
Por sus propios medios el afectado llegó a la sala de urgencias del Hospital Santander Herrera de Pivijay y con sus gestos desesperados alertó a los galenos en turno que se estaba asfixiando.
Como no podía hablar, el paciente fue llevado a la sala de rayos X para tomarle una placa y determinar qué le ocasionaba la obstrucción.
La directora científica del Hospital, la médico Yaneth Torres, explicó que la rápida acción de los trabajadores del centro fue clave para salvarle la vida al joven.
“Era una mojarra de unos 18 centímetros. Esta persona se estaba ahogando y no sabíamos por qué, fueron los rayos x lo que determinó qué le provocaba la obstrucción”, dijo Torres.
El médico cirujano Luis Alberto Freyle Moscote fue alertado de la emergencia y de inmediato trasladó al joven a la sala de cirugía, para en una eficiente intervención sacarle el pez que tenía atorado en el esófago.
“Es un caso llamativo, poco común, pero la rapidez del cuerpo médico y técnicos especializados del Hospital Santander Herrera fue determinante en la maniobra para salvarle la vida”, señaló la directora científica.
El paciente, señalaron los galenos, fue dejado en observación durante este fin de semana, a la espera de una mejoría en su estado de salud.
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