Esta práctica sexual no es exclusivamente placentera para el pene y es más fácil de realizar si se entrena el suelo pélvico.
Introducir nuevas prácticas o movimientos durante las relaciones sexuales suele provocar que se disfrute más de estos encuentros. Por eso, hablaremos sobre El beso de Singapur, una práctica que nada tiene que ver con la boca.
Esta técnica no es exclusiva para el placer del pene. Si bien los individuos con este órgano sexual notarán sensaciones especialmente placenteras, para las personas con vagina no es diferente, pues con El beso de Singapur se activa la zona más sensible de la vagina, el punto G, el cual conecta con las estructuras del clítoris internas, lo que le proporcionará un orgasmo de mayor intensidad.
¿Qué es El beso de Singapur?
El beso de Singapur consiste en contraer y relajar la musculatura vaginal durante la penetración, mientras se succiona el pene de la persona, explica la sexóloga española Raquel Graña.
Llegados a este punto, uno de los aspectos más importantes para que la práctica resulte satisfactoria es la comunicación, pues la pareja puede manifestar si siente la fuerza que se ejerce sobre el miembro masculino.
La especialista afirma que no es un procedimiento fácil de realizar, pero que con la práctica se puede hacer menos complicado. Recalca que lo importante es que se disfrute en pareja.
Una vez perfeccionada la técnica, existe la posibilidad de probar y combinar movimientos de cadera con las contracciones. Para incrementar las sensaciones de placer, se puede incluir un juguete sexual para parejas, así como también estimular otras zonas erógenas de la otra persona.
Síguenos a través de nuestro: Twitter: @elparroquiano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario