Con una agenda nutrida de temas trascendentales, los presidentes Joe Biden, de EEUU, y Vladímir Putin, de Rusia, se verán las caras por primera vez este miércoles en un clima previo de tensión.
«Compartí con nuestros aliados lo que transmitiré a Putin: que no busco un conflicto con Rusia, pero que responderemos si Rusia continúa con sus actividades prejudiciales y que no dejaremos de defender la alianza transatlántica, defendemos los valores democráticos», dijo Biden en una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en Bruselas.
La reunión de los países que integran la alianza tuvo dos temas centrales: China y, justamente, Rusia.
No es la primera vez que el mandatario estadounidense dispara verbalmente contra su par ruso.
El pasado 17 de marzo, en una entrevista concedida a la televisión ABC News, Biden respondió de forma afirmativa a la pregunta de si «cree que Putin es un asesino».
El mandatario ruso dijo por su parte que el comentario no le sorprendió y hasta lo atribuyó a «una expresión de la cultura estadounidense en general», en una entrevista publicada el lunes por NBC.
«Si esta retórica (hostil) es seguida de una sugerencia para reunirse y conversar sobre temas bilaterales y asuntos de política internacional, lo veo como un deseo de involucrarse en un trabajo en conjunto. Si este deseo es serio, estamos preparados para apoyarlo», dijo Putin en la entrevista.
No obstante, reconoció que la relación bilateral entre los países «se ha deteriorado hasta llegar a su punto más bajo de los últimos años».
El presidente estadounidense, ya más cerca de la fecha del encuentro, se refirió a su par ruso como una persona «brillante y dura», además de un digno adversario.
Agenda
La agenda es otra de las cosas que Biden y su equipo quisieron imponer en los últimos días.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo una semana atrás que la cumbre ayudará a determinar lo que resta para revivir el acuerdo nuclear con Irán.
Horas más tarde, CNN se basó en tres fuentes cercanas a la Casa Blanca para asegurar que otro tema será acelerar el retorno de los respectivos embajadores a Washington y Moscú.
El domingo, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó que Biden «tiene toda la intención de plantear los abusos de los derechos humanos y el encarcelamiento de disidentes y activistas» en Rusia.
En paralelo, se conocieron otros posibles asuntos como un esperado intercambio de presos, el encarcelamiento del opositor Alexéi Navalni, el control de armas y la seguridad estratégica y hasta temas de cooperación espacial.
También la situación en Siria, la inestabilidad en Bielorrusia y el intento de Ucrania de ingresar a la OTAN.
Del lado del Kremlin se confirmaron más asuntos todavía: combate a la pandemia de COVID-19, cooperación económica; cambio climático y la situación del Ártico.
La salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, la situación en Oriente Medio y el señalamiento de EEUU a Rusia por supuestos casos de ciberataques serán otros puntos en la agenda.
Demasiados temas para las cinco horas -sin almuerzo- que compartirán Biden y Putin en «Villa La Grange», según tienen previsto ambos equipos de trabajo.
También parece mucha la pirotecnia, para un encuentro que tanto la OTAN como la ONU, entre otros organismos, han mostrado expectativa y del que depende buena parte del planeta.
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VAN HABLAR DE NEGOCIOS
ResponderBorrarOjala y lleguen a un acuerdo que favorezca a toda la humanidad Dios lo permita
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