El pasado martes, 19 de octubre, en las cercanías del aeropuerto ejecutivo de Houston, en Texas, un avión con 21 pasajeros a bordo se estrelló debido a problemas para ganar altitud, por lo que cruzó la carretera antes de estrellarse contra arboles y postes de energía, y al detenerse ardió en llamas.
A pesar que todos los pasajeros lograron salir a tiempo del avión, uno de ellos fue hospitalizado con lesiones en la espalda. Aun así, este accidente es llamado, según el condado de Waller, Texas, » El milagro en la pista 21″.
En una entrevista para el medio estadounidense KHOU11, uno de los pasajeros a bordo aseguró que el avión ya estaba en llamas cuando saltaron por los toboganes de las salidas de emergencia. Otros aseguraron que, el avión estaba tan caliente que les quemó el vello de las manos.
El experto en aviación, Josh Verde, en entrevista con el medio informativo KHOU11, comentó que pistas como marcas de derrape indican a una decisión de ultimo segundo de los pilotos de abortar durante el despegue.
«Abortar un despegue es en realidad una de las maniobras más entrenadas de cualquier piloto que vuele aviones grandes, aviones a reacción en el simulador», fueron las palabras de Verde.
Según registros de aviación, muestran que el avión de pasajeros era propiedad de Fynn Air, una aerolínea comercial europea.
Y por esa razón, tenían equipo de seguridad adicional como toboganes de salida, y presume que por eso se ahorró un preciado tiempo para la evacuación completa.
Fue confirmado a canal de televisión que La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte -NTSB por su siglas en ingles- comenzarían, hoy miércoles, las investigaciones sobre que salió mal exactamente.
Síguenos a través de nuestro: Twitter: @elparroquiano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario