Durante el V Congreso de Células Madre, se profundizó sobre las terapias experimentales con Células Madre que los investigadores de la Unidad de Terapia Celular (UTC) del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC) llevan a cabo no solo para la regeneración del hueso, la piel y el cartílago, sino también como tratamiento que podría contribuir al bienestar de los pacientes que padecen la enfermedad de Alzheimer y de Parkinson.
Estas
enfermedades de lenta progresión son diferentes en su neuropatología, pero
tienen una particularidad en común: son neurodegenerativas.
Durante
el Congreso, se explicaron en detalle conceptos básicos de la biología y
fisiología de las células madre neurales y de su potencialidad terapéutica para
el tratamiento en las enfermedades antes mencionadas.
Durante
su participación, el investigador Carlos Ayala explicó detalladamente las
incidencias de estas dos enfermedades: a qué edad pueden ser detectadas, cómo
se manifiesta en el individuo y el porcentaje de casos, de hombres y mujeres
que las padecen.
De
acuerdo con el reporte de la Asociación de Alzhéimer del año 2018 (https://www.alzint.org/resource/world-alzheimer-report-2018)
se estima que hay más de 50 millones de pacientes que sufren de demencia;
mientras que hay 10 millones que sufren la enfermedad de Parkinson. Para el año
2021, se ha determinado que en los Estados Unidos las poblaciones de 65 años de
edad que sufren de alzhéimer y párkinson son de 6,2 millones y 2,8 millones,
respectivamente.
La
incidencia de estas enfermedades incrementa a partir de la quinta década de la
vida y los casos de párkinson pueden ser detectados a partir de los 50 años en
el 4 % de la población; en tanto, la enfermedad de Alzheimer se observa en un
11 % a partir de los 65 años. La prevalencia de enfermedad Parkinson es 1,5
mayor en hombres que en mujeres, mientras que en alzhéimer es 1,7 en mujeres
con respecto a los hombres.
La
poca efectividad de los tratamientos para estas patologías, la lenta progresión
de este estudio y su impacto que tienen sobre el paciente y todo su círculo
familiar hace que la búsqueda de una terapia celular pueda representar una
expectativa favorable.
En
el caso del alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas, Ayala indicó que
la neurogénesis o el proceso de renovación de las células nerviosas incrementan
en las primeras etapas de la enfermedad, pero que las células no pueden madurar
e integrarse a los circuitos de interés asociados al aprendizaje y a la
memoria.
Una
explicación recién propuesta en una revista de gran impacto es que, aunque las
células madre neurales proliferan, la respuesta de astrocitos y la microglía no
es adaptativa para compensar la patología asociada a estas enfermedades.
Mientras
que, en la enfermedad de Parkinson, la cantidad de células inmaduras
aparentemente prevalece en algunas de estas patologías, pero la cantidad de
células maduras se encuentra alterada o disminuida; por lo que hay una
disminución de microglía lo que nos está diciendo es que la repuesta
inflamatoria o la respuesta inmune intrínseca del cerebro se encuentra
disminuida.
Ventajas
y desventajas de los tratamientos
Los
tratamientos con células madre están comprometidos con el tipo de célula madre
a ser utilizado; por ejemplo, una célula madre obtenida de embriones tiene un
cargo bioético además de fisiológico, ya que, al tener una capacidad ilimitada
de proliferación y diferenciación, puede tener una tumorigenicidad elevada,
además su acceso y manejo es complejo.
Las
células como un agente farmacológico presenta un reto superior a los fármacos
convencionales, por cuanto la célula debe integrarse, sobrevivir y responder a
los estímulos de otras células, explicó Carlos Ayala.
En
este sentido, el investigador de la UTC destacó que el objetivo principal es un
estudio fase 1 en donde se evalúa la seguridad de la administración de las
células madre mesenquimales en pacientes de alzhéimer o párkinson; «no se
evalúan los marcadores típicos de la patología sino la respuesta clínica del
individuo». En algunos ensayos clínicos que Ayala citó, no se observaron ni
lesiones morfológicas, ni tumores.
Las
administraciones localizadas en ciertos centros del cerebro de las células
mesenquimales aisladas del cordón umbilical han demostrado ser factibles,
seguras y bien toleradas. Aunque se ha determinado un beneficio clínico en lo
que se refiere a las funciones cognitivas de los pacientes, no se determinaron
los marcadores típicos de la patología de la enfermedad, como sería la placa
senil y los ovillos neurofibrilares.
La
propuesta es que los estudios clínicos incluyan un mayor número de sujetos y
una observación sostenida a largo plazo del paciente para determinar la
eficacia real del tratamiento, apuntó Carlos Ayala.
La
Unidad de Terapia Celular no administra tratamientos con células madre neurales
o para tratamientos de enfermedades neurodegenerativas, pero explora la
potencialidad de las células madre neurales de la mucosa olfatoria humana para
el diagnóstico de estas patologías.
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