Si bien el punto central de la asunción de Gustavo Petro estuvo en su discurso en la Plaza de Bolívar, su jornada inaugural como presidente de Colombia incluyó unas palabras a su nuevo gabinete ministerial en las que el mandatario encomendó a sus ministros a «no fallar» y evitar la corrupción en todos los niveles.
«Lo vieron en la Plaza Bolívar, lo vieron el 19 de junio y lo sienten, que es muy importante, en la atmósfera social de Colombia: nosotros no podemos fallar», espetó Petro a sus ministros durante el acto oficial de posesión del Gabinete en la Casa de Nariño.
Con un tono tranquilo, el nuevo presidente colombiano reiteró que «este es el Gobierno del cambio» pero enfatizó que «el cambio es de verdad, no es retórico, no es discurso, no es de maquillaje».
Petro recordó a sus ministros que su gobierno «se inscribe en la búsqueda de fórmulas políticas nuevas, de formas económicas nuevas, de nuevos relacionamientos con la naturaleza y nuevos relacionamientos entre los seres humanos». En ese sentido, enfatizó que su gestión debe basarse «en mucha más justicia e igualdad, mucha más prosperidad y dignidad de la vida».
En ese punto, el nuevo mandatario colombiano envió una advertencia a los nuevos ministros que lo escuchaban atentamente: «Este Gobierno es cero corrupción».
«Las ideologías no son un filtro contra la corrupción; se da igual en gente que piensa que es de derecha y en gente que piensa que es de izquierda. No podemos permitir la corrupción en este Gobierno», añadió.
Enseguida, explicó a los ministros que deben evitar la corrupción no solo porque «éticamente es imposible», sino porque «todas las lupas de todo lo que ustedes se imaginen, nacionales e internacionales, están sobre nosotros».
«Quienes se resisten al cambio y se han robado este país quieren que hagamos lo mismo para derrocarnos, para derrocar la ilusión de transformación», sostuvo.
«No podemos equivocarnos. No podemos errar en cosas fundamentales y no podemos tolerar si quiera asomos o indicios de corrupción», abundó el presidente colombiano.
Tras reivindicar la necesidad de colocar «a la juventud» en los viceministerios y otros puestos de la ‘segunda línea’ del Gabinete, Petro alertó sobre un problema que, según él, se le presentan a los mandatarios luego de designar a los ministros.
«Los presidentes, al dejar a los ministerios en manos de la clase política y repartirlos para lo que llaman la gobernabilidad, pierden el poder porque los ministerios empiezan a tener unas lógicas propias, unas agendas propias que tienen que ver con aspiraciones propias o por dependencia a fuerzas políticas muy específicas con asiento en el Congreso», explicó.
Según Petro, cuando eso ocurre «el presidente se queda sin dirigir a los ministros» y «queda un presidente encerrado en el palacio como en la película El último emperador, mirando los muros y no sabiendo qué pasa más allá; a veces se asoma y se asusta».
Petro sostuvo que en ese momento el presidente queda en «un espacio sin poder, vacío de poder» que se ve tentado a llenar «con estructuras burocráticas que remedan los ministerios» y así, poco a poco, «se duplican» las funciones.
«Cuando se construye un superpoder o un poder alterno, entonces tenemos ineficiencias, intrigas, problemas», sentenció Petro, evidenciando su intención de modificar el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) para evitar este tipo de superposiciones.
«Debe haber menos poder en este edificio (el Palacio de Nariño) y tiene que haber más poder en los ministerios, de forma distribuida y no concentrada en un ministerio, como también ha sucedido», planteó.
Petro aclaró que esa nueva manera de funcionar también implicaría «un mayor reto para cada ministro» y «una labor muy coordinada entre el presidente y los ministros».
Así mismo comenzó Chavez y ya todos saben como fue la historia y le dejo a su hijo Nico el legado más grande de CORRUPCION en la historia de Venezuela. Te veo mal Colombia
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