La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer sostiene que cambios en la dieta pueden prevenir muchos casos de cáncer.
Más de una de cada tres personas en EE. UU. desarrolla cáncer en algún momento de su vida, y los expertos creen que los alimentos juega un papel crucial en su prevención.
Determinar qué comer para reducir el riesgo de cáncer no es sencillo. Los estudios nutricionales enfrentan dificultades, como la precisión en la memoria alimentaria y la comprensión de cómo los alimentos interactúan con factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.
“Seguir una dieta sana parece reducir el riesgo de contraerlo”, afirma Nigel Brockton, del Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer.
Alimentos que podrían hacer la diferencia
Brócoli y verduras crucíferas
“Las verduras crucíferas son ricas en isotiocianatos, cruciales para la prevención del cáncer”, dice Johanna Lampe. Consumir más de cuatro o cinco porciones por semana se asocia con un riesgo reducido.
Tomates y productos derivados
El licopeno en los tomates, especialmente cuando se consumen procesados con grasa, se vincula a la reducción del riesgo de cáncer, como el de próstata. La cocción y el consumo con grasas saludables mejoran la absorción del licopeno.
Frijoles y leguminosas
Variedades como los frijoles negros y rojos son ricas en proteínas y fibra, relacionadas con la prevención del cáncer colorrectal. Consumir alrededor de 30 gramos de fibra al día, presente en dos tazas de frijoles negros, se asocia con un menor riesgo de cáncer.
Nueces, especialmente nueces de castilla
Las nueces, ricas en grasas saludables, proteínas y fibra, muestran un menor riesgo de cánceres del sistema digestivo. Las nueces inglesas contienen niveles altos de ellagitannins, que pueden inhibir el crecimiento del cáncer.
Frutos del bosque
Las bayas, como las fresas, los arándanos y las frambuesas, están cargadas de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Las antocianinas en las bayas proporcionan sus colores vibrantes y contribuyen a propiedades preventivas del cáncer.
Estas recomendaciones se basan en investigaciones y proporcionan pautas para una dieta que potencialmente reduce el riesgo de cáncer.
La relación entre la dieta y la prevención del cáncer es un área activa de estudio, y los expertos aconsejan la moderación y la diversidad en la alimentación para un beneficio integral.
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