El agotamiento del modelo neoliberal y los desequilibrios que han surgido en las economías de los países industrializados brindan una oportunidad para repensar la teoría económica a partir del legado producido por los científicos sociales agrupados en el movimiento de
“Hay la posibilidad de pensar la economía en términos más comunitarios, que haya muchos intercambios, mucha generación de tecnologías, en términos asociativos interna y externamente. Igualmente, es necesario señalar que vale la pena rescatar a escritores latinoamericanos, específicamente del pensamiento cepalino de los años 50 y 60 acerca de esta problemática”, destacó el sociólogo mexicano Carlos Mallorquín.
El catedrático, quien asistió como ponente a la quinta sesión de las Jornadas de Economía Política Latinoamericana, organizadas por el Banco Central de Venezuela, agregó que ha quedado en evidencia que los postulados de la corriente cepalina no han perdido vigencia.
“Para lograr una equiprobabilidad de que los agentes productivos puedan generar excedentes y acumular y transformar las estructuras productivas tienes que realizar transformaciones estructurales, erradicar oligopolios, erradicar formas de posesión de tierra, se tienen que crear ámbitos de generación de nuevos agentes, hay que generar mercados donde no existían, eso precisamente era lo que planteaban los investigadores de
Mallorquín destacó que aún están pendientes varias tareas en América Latina. “Las transformaciones estructurales querían crear una economía que estuviera impulsada a ahorrar y a acumular internamente, porque se creía que de ahí se iba a generar igualdad e inclusión de las poblaciones marginadas. Ese es el esquema que hay recuperar, son asignaciones que todavía no se han aprobado. Las economías no funcionan por antonomasia, requieren una serie de disposiciones jurídicas e institucionales para que funcionen con ciertos objetivos de equidad, transformación, crecimiento y desarrollo”.
Comentó que es este un momento crucial para avanzar en la integración con un esquema donde los países más grandes, como México, Brasil y Argentina, ayuden a los países de economías más pequeñas.
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