Hace 13 años un hecho único se suma al nacimiento de la Revolución
Bolivariana, surgía un modelo comunicacional inédito en el país:
un líder y su pueblo se encontraban a través de las ondas hertzianas
como nunca antes había ocurrido.
Palacio de Miraflores, Caracas Hace 13 años un
hecho único se suma al nacimiento de la Revolución Bolivariana, surgía
un modelo comunicacional inédito en el país: un líder y su pueblo se
encontraban a través de las ondas hertzianas como nunca antes había
ocurrido en la historia de Venezuela.
Aquel domingo 23 de mayo de 1999 fueron miles los que se sentaron junto a la radio en sus casas, en sus vehículos o en sus trabajos para escuchar el mensaje de quien pocos meses atrás había sido elegido como el presidente de la República, Hugo Chávez.
La tierra de Bolívar daba a luz al programa Aló Presidente, a través de la señal de Radio Nacional de Venezuela (RNV). La primera emisión tuvo una duración de 60 minutos, en los primeros de ellos el primer mandatario recibió la llamada telefónica de Haydée González, la primera de 11 personas en hacer contacto para conversar con el gobernante.
A partir del 27 de agosto del 2000, el programa comenzó a transmitirse de forma simultánea a través de RNV y Venezolana de Televisión (VTV). Tiempo más tarde sus emisiones se hicieron a lo largo y ancho del territorio nacional e incluso desde fuera de nuestras fronteras.
Desde su nacimiento, Aló Presidente se convirtió en el esquema comunicacional de mayor sintonía a escala nacional, además de catapultarse a lo largo de los años como la referencia informativa no sólo de Venezuela sino del mundo.
“¡Qué poder el de la palabra honrada!”, dijo una vez el héroe nacional de Cuba, José Martí, frase que se ajusta para describir el impacto que tiene Aló Presidente entre la población, pues en cada rincón se comenta que es la ruta correcta para “saber la verdad”.
Y es que Hugo Chávez aprovecha este espacio para dar a conocer los proyectos e inversiones que realiza el Gobierno que dirige, además de explicar al detalle hechos de merecido estudio e interés colectivo, razón por la cual Aló Presidente ya forma parte de la cotidianidad de las personas, quienes incluso ordenan su agenda para dejar espacio los domingos dedicados al disfrute del programa.
Tal es el caso de Pablo Emilio Soto, un habitante de la ciudad capital, ávido seguidor de la emisión dominical porque “el Presidente tiene informado a su pueblo de todo, para que estemos empapados, sepamos la verdad y no nos dejemos engañar”.
Ya con 80 años de edad, Soto relata que “jamás en su vida vio un presidente que se comunicara de forma directa con su pueblo”, y a ello atribuye la alta credibilidad y conexión que mantiene el líder con los venezolanos.
Información, opinión y formación
Son muchos los lugares donde los venezolanos se reúnen para ver el Aló Presidente: sus hogares, sus trabajos; pero hay un sitio emblemático en la capital de la República, específicamente en los alrededores de la plaza Bolívar. Allí, debajo de un toldito rojo, un grupo de hombres y mujeres frente a un televisor monitorea los mensajes transmitidos en la emisión dominical del comandante Chávez.
Lisbeth forma parte de los visitantes de la “esquina caliente”. Cuenta que ella y sus compañeros consideran muy importante el Aló Presidente, ya que más que un programa informativo es un programa educativo: “El Presidente nos enseña de leyes, nuestros derechos, nos habla de economía, de recursos naturales y de nuestros valores patrios”.
“Siempre nos dice algo nuevo”, resaltó la caraqueña, quien aseguró seguir las transmisiones porque “no hay que dejarse llevar por lo que dicen por ahí, es preferible escuchar las cosas de primera mano”.
¡Epa, compadre!
Otra de las características que ha hecho del programa un referente comunicacional, es la espontaneidad de su conductor, un líder que le habla a su pueblo de forma clara, directa y natural, sin guiones ni discursos preparados.
Durante las emisiones, 378 en total, se ha visto al presidente Chávez bailar, cantar, tocar instrumentos musicales e interactuar con los presentes, que pueden ser personalidades internacionales, representantes del Ejecutivo nacional, líderes comunitarios y hombres y mujeres que en lo absoluto pensaron que podrían conversar de tú a tú con un gobernante.
Aló Presidente además ha sido un programa que ha anunciado más de 4 mil informaciones, recomendado más de mil libros, efectuado más de 500 enlaces satelitales y más de 2 mil horas de transmisión en vivo, en las cuales el comandante Chávez interactúa con personas ubicadas en diferentes regiones del país e incluso ha sido plataforma para el lanzamiento de grandes programas sociales como es el caso de la Misión Cultura, Misión Niños y Niñas del Barrio y la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Revolución repleta de amor
La relación emisor-receptor del Aló Presidente no es un simple proceso comunicacional, en ella existe un canal que va más allá de las meras herramientas de la comunicación, un puente que se tiende para lograr la perfecta conexión entre un pueblo y su líder, que no es más que el amor del uno por el otro.
El presidente Chávez en múltiples ocasiones ha manifestado su infinito sentimiento por el pueblo y por la Patria, palabras que se han convertido en hechos a lo largo de 13 años, que incluso hasta los más estólidos han de admitirlo.
Una Revolución repleta de gente que experimenta desde lo más profundo de sus corazones un sentimiento, el más grande que jamás ningún presidente haya podido despertar en los ciudadanos de esta tierra libertaria.
Chávez es hoy para el pueblo venezolano un padre, un amigo y un líder que de forma cercana le aconseja, le habla y enseña el rumbo, el despertar y el horizonte que debe seguir la Patria para lograr la plena independencia.
Aló Presidente es sólo una ventana entre miles que en la actualidad se extienden a las redes sociales, y que se han abierto para el contacto directo entre un jefe de Estado y su pueblo, una lección de comunicación, sinceridad y amor que desde Venezuela se envía a todas las naciones del mundo, un prodigio comunicacional presente.
Aquel domingo 23 de mayo de 1999 fueron miles los que se sentaron junto a la radio en sus casas, en sus vehículos o en sus trabajos para escuchar el mensaje de quien pocos meses atrás había sido elegido como el presidente de la República, Hugo Chávez.
La tierra de Bolívar daba a luz al programa Aló Presidente, a través de la señal de Radio Nacional de Venezuela (RNV). La primera emisión tuvo una duración de 60 minutos, en los primeros de ellos el primer mandatario recibió la llamada telefónica de Haydée González, la primera de 11 personas en hacer contacto para conversar con el gobernante.
A partir del 27 de agosto del 2000, el programa comenzó a transmitirse de forma simultánea a través de RNV y Venezolana de Televisión (VTV). Tiempo más tarde sus emisiones se hicieron a lo largo y ancho del territorio nacional e incluso desde fuera de nuestras fronteras.
Desde su nacimiento, Aló Presidente se convirtió en el esquema comunicacional de mayor sintonía a escala nacional, además de catapultarse a lo largo de los años como la referencia informativa no sólo de Venezuela sino del mundo.
“¡Qué poder el de la palabra honrada!”, dijo una vez el héroe nacional de Cuba, José Martí, frase que se ajusta para describir el impacto que tiene Aló Presidente entre la población, pues en cada rincón se comenta que es la ruta correcta para “saber la verdad”.
Y es que Hugo Chávez aprovecha este espacio para dar a conocer los proyectos e inversiones que realiza el Gobierno que dirige, además de explicar al detalle hechos de merecido estudio e interés colectivo, razón por la cual Aló Presidente ya forma parte de la cotidianidad de las personas, quienes incluso ordenan su agenda para dejar espacio los domingos dedicados al disfrute del programa.
Tal es el caso de Pablo Emilio Soto, un habitante de la ciudad capital, ávido seguidor de la emisión dominical porque “el Presidente tiene informado a su pueblo de todo, para que estemos empapados, sepamos la verdad y no nos dejemos engañar”.
Ya con 80 años de edad, Soto relata que “jamás en su vida vio un presidente que se comunicara de forma directa con su pueblo”, y a ello atribuye la alta credibilidad y conexión que mantiene el líder con los venezolanos.
Información, opinión y formación
Son muchos los lugares donde los venezolanos se reúnen para ver el Aló Presidente: sus hogares, sus trabajos; pero hay un sitio emblemático en la capital de la República, específicamente en los alrededores de la plaza Bolívar. Allí, debajo de un toldito rojo, un grupo de hombres y mujeres frente a un televisor monitorea los mensajes transmitidos en la emisión dominical del comandante Chávez.
Lisbeth forma parte de los visitantes de la “esquina caliente”. Cuenta que ella y sus compañeros consideran muy importante el Aló Presidente, ya que más que un programa informativo es un programa educativo: “El Presidente nos enseña de leyes, nuestros derechos, nos habla de economía, de recursos naturales y de nuestros valores patrios”.
“Siempre nos dice algo nuevo”, resaltó la caraqueña, quien aseguró seguir las transmisiones porque “no hay que dejarse llevar por lo que dicen por ahí, es preferible escuchar las cosas de primera mano”.
¡Epa, compadre!
Otra de las características que ha hecho del programa un referente comunicacional, es la espontaneidad de su conductor, un líder que le habla a su pueblo de forma clara, directa y natural, sin guiones ni discursos preparados.
Durante las emisiones, 378 en total, se ha visto al presidente Chávez bailar, cantar, tocar instrumentos musicales e interactuar con los presentes, que pueden ser personalidades internacionales, representantes del Ejecutivo nacional, líderes comunitarios y hombres y mujeres que en lo absoluto pensaron que podrían conversar de tú a tú con un gobernante.
Aló Presidente además ha sido un programa que ha anunciado más de 4 mil informaciones, recomendado más de mil libros, efectuado más de 500 enlaces satelitales y más de 2 mil horas de transmisión en vivo, en las cuales el comandante Chávez interactúa con personas ubicadas en diferentes regiones del país e incluso ha sido plataforma para el lanzamiento de grandes programas sociales como es el caso de la Misión Cultura, Misión Niños y Niñas del Barrio y la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Revolución repleta de amor
La relación emisor-receptor del Aló Presidente no es un simple proceso comunicacional, en ella existe un canal que va más allá de las meras herramientas de la comunicación, un puente que se tiende para lograr la perfecta conexión entre un pueblo y su líder, que no es más que el amor del uno por el otro.
El presidente Chávez en múltiples ocasiones ha manifestado su infinito sentimiento por el pueblo y por la Patria, palabras que se han convertido en hechos a lo largo de 13 años, que incluso hasta los más estólidos han de admitirlo.
Una Revolución repleta de gente que experimenta desde lo más profundo de sus corazones un sentimiento, el más grande que jamás ningún presidente haya podido despertar en los ciudadanos de esta tierra libertaria.
Chávez es hoy para el pueblo venezolano un padre, un amigo y un líder que de forma cercana le aconseja, le habla y enseña el rumbo, el despertar y el horizonte que debe seguir la Patria para lograr la plena independencia.
Aló Presidente es sólo una ventana entre miles que en la actualidad se extienden a las redes sociales, y que se han abierto para el contacto directo entre un jefe de Estado y su pueblo, una lección de comunicación, sinceridad y amor que desde Venezuela se envía a todas las naciones del mundo, un prodigio comunicacional presente.
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