Astrónomos y aficionados tendrán la oportunidad de disfrutar hoy y mañana miércoles un fenómeno que se da sólo dos veces cada siglo y que no volverá a repetirse hasta 2117: el tránsito de Venus, en el que este planeta se interpondrá directamente entre la Tierra y el Sol.
Durante casi siete horas, entre las 22.04 GMT del 5 de junio y las 04.52
GMT del 6 de junio, la silueta de Venus podrá ser vista desde la Tierra
como un pequeño lunar negro deslizándose sobre la superficie del Sol.
El acontecimiento podrá ser observado durante toda su duración desde
Hawai y Alaska en los Estados Unidos, así como desde el este de
Australia, Nueva Zelanda, el Pacífico occidental, el este de Asia así
como desde las altas latitudes septentrionales.
El principio del tránsito podrá ser visto antes del anochecer en
Norteamérica, Centroamérica y gran parte de Sudamérica y el final al
amanecer del miércoles en gran parte de Europa, incluyendo el este de
España, y África.
La isla noruega de Spitsbergen, en el círculo polar ártico, donde no se
pone el sol durante el mes de junio, ofrecerá una oportunidad única en
Europa de apreciar todas las fases del tránsito, algo que será
aprovechado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para retransmitir
desde allí el evento en directo.
Otro tanto tiene previsto hacer desde Mauna Kea en Hawai la NASA, que
también proporcionará imágenes desde el espacio, provenientes de la
Estación Internacional (EEI), el telescopio Hubble y el Observatorio de
Dinámica Solar (SDO en inglés).
Estas quizás sean las mejores opciones para observar el fenómeno, ya que
los expertos advierten de que no se debe mirar directamente al sol, ni
siquiera con gafas de sol, y menos aún a través de un telescopio, ya que
puede causar ceguera permanente.
Otra opción es utilizar un filtro solar astronómico o gafas especiales
para eclipses de sol recubiertas de una capa de cromo, aunque Venus es
tan pequeño con respecto al Sol que apenas se verá nada.
El último tránsito de Venus se produjo en 2004 y no volverá a ocurrir
hasta 2117, ya que este fenómeno se produce dos veces cada siglo, con un
intervalo de ocho años.
Esta es la primera vez que el acontecimiento ocurre con un satélite en
órbita alrededor de Venus, la sonda de la ESA Venus Express, que desde
abril de 2006 recoge información sobre la densa y cálida atmósfera del
llamado “planeta hermano” de la Tierra por la similitud de su tamaño,
masa y composición.
Según la ESA, la Venus Express no registrará ninguna novedad mientras el
tránsito se observa desde nuestro planeta, pero sí verá la puesta de
sol sobre la atmósfera de Venus y sus datos podrán ser comparados con
los obtenidos en la Tierra.
Al filtrarse la luz del sol a través de la atmósfera revela la
concentración de moléculas de gas a distintas altitudes, una técnica que
también se utiliza para analizar la atmósfera de exoplanetas para
determinar si son habitables.
“Durante el tránsito, Venus Express tomará medidas de la atmósfera de
Venus que serán comparadas con las realizadas por telescopios desde la
Tierra, para ayudar a calibrar las nuevas técnicas para el estudio de
los exoplanetas”, afirma Hakan Svedhem, científico del proyecto Venus
Express.
Estas técnicas, que persiguen determinar la existencia de otras formas
de vida en el Universo, también serán puestas a prueba por el telescopio
Hubble de la ESA y la NASA, que utilizará a la Luna como un gigantesco
espejo para capturar el reflejo de la luz del sol a su paso por la
atmósfera de Venus.
Desde el siglo XVII, fecha en la que se inventaron los primeros
telescopios, Venus se ha desplazado por delante del Sol en sólo seis
ocasiones (1639, 1761, 1769, 1874, 1882 y 2004).
Durante su observación, los científicos llevaron a cabo centenares de
estudios y mediciones que les permitieron calcular la distancia entre la
Tierra y su estrella y también comprobar que Venus tiene una atmósfera.
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