Con estas sencillas instrucciones puedes transformar botellas vacías en vasos, ceniceros, floreros y tazas.
Lo primero que se debe hacer es mojar un hilo de algodón en alcohol,
luego se ata el hilo alrededor de la botella en el lugar donde quieres
que se haga el corte. El hilo sobrante lo cortas a la altura del nudo
que hiciste. Debes considerar que la botella se cortará un centímetro
más arriba de la marca.
A continuación, enciendes el hilo con un encendedor (te debes lavar bien las manos y eliminar cualquier resto de alcohol de ellas) y dejas que se consuma todo el alcohol y que el hilo se ponga de color negro.
Luego se debe sumergir inmediatamente la botella en un balde hondo
lleno de agua fría (en forma invertida si te interesa usar la parte de
abajo de la botella), la mueves un poco, vas a escuchar un ruido y
listo.
Si aún no se corta cuando sacas la botella del agua, le das un par de
golpes pequeños o vuelves a repetir los pasos anteriores. El cristal se
corta debido al efecto del cambio de temperatura en el lugar donde
estaba ubicado el hilo. Si deseas hacer una taza, puedes usar la parte
superior de la botella; la separas y luego la pegas con un buen
pegamento.
Qué necesitas:
- Hilo de algodón
- Alcohol de 96º
- Mechero o fósforos
- Recipiente profundo con agua fría.
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