Entre todos los seres vivos, la mujer gestante es la única vulnerable a
la preeclampsia. Descrita desde los tiempos de la antigua Grecia, esta
condición afecta al cuerpo femenino durante el embarazo y se manifiesta
principalmente a través del aumento de la tensión arterial, el
incremento de la presencia de proteínas en la orina y la aparición de
inflamaciones en la piel (edema).
20 años de estudio sobre este problema de salud le permitieron al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) proponer una nueva opción de tratamiento, aun en fase experimental, para hacer frente al síndrome que suele aparecer a partir de la semana 20 del embarazo.
Gluconato de magnesio, una posible alternativa de tratamiento para la preeclampsia severa es el nombre del estudio experimental desarrollado por los investigadores del IVIC Fulgencio Proverbio (emérito), Reinaldo Marín (emérito) y Cilia Abad; las profesionales asociadas a la investigación Sandy Piñeira, Desireé Botana y Delia Indira Chiarello; y las estudiantes de pregrado de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) Heliantaly Freitas y Elías Nuñez.
Buscar las placentas en la maternidad, trasladarlas en condiciones especiales al IVIC para evitar su deterioro, inducir en laboratorio condiciones experimentales de preeclampsia a las placentas sanas, hacer los ensayos con las opciones terapéuticas y analizar los resultados obtenidos, fueron parte de las tareas emprendidas por el grupo de investigación para plantear un tratamiento alternativo a la preeclampsia, que incluso podría prevenir su aparición.
“Nuestra idea es encontrar otra sal de magnesio (como el gluconato) que pueda ser administrada oralmente y que además, cumpla una función preventiva al ser tomada desde el inicio del embarazo” explicó Proverbio.
Optimizar el tratamiento
Hasta el momento, no existen métodos para prevenir la aparición de la preeclampsia. Cumplir con el control prenatal más exigente, mantener una dieta baja en sal e indicar un medicamento contra la hipertensión arterial por parte de un especialista, son algunas de las recomendaciones ofrecidas por el personal de salud para disminuir su severidad en caso de que se presente, pues el sulfato de magnesio -uno de los mejores tratamientos farmacológicos disponibles- actúa para evitar síntomas graves, como las convulsiones, que se pueden presentar durante la eclampsia, una de las etapas más graves del síndrome.
El sulfato de magnesio debe ser suministrado por vía endovenosa, debido a que la opción oral produce diarreas que comprometen la salud materna. Además, el tratamiento requiere de estricta vigilancia médica debido al riesgo de sobrepasar los límites de toxicidad.
En cambio, el gluconato de magnesio -que puede ser ingerido oralmente- ha respondido de forma satisfactoria a las primeras pruebas realizadas en laboratorio, lo que sentó las bases para considerar la posibilidad de que en un futuro pueda ser usado eficazmente en el tratamiento de la preeclampsia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la preeclampsia es considerada una de las responsables del 80% de los casos de mortalidad materna.
“El gluconato y sulfato de magnesio actúan sobre dos procesos ocurridos durante la preeclampsia: aumento del estrés oxidativo de las membranas celulares de la placenta y glóbulos rojos, así como la disminución de la actividad de la enzima ATPasa de calcio de las mismas” afirmó Proverbio, quien espera que en la experimentación la sustancia demuestre propiedades para reducir la severidad de los síntomas, en caso de presentarse la condición.
Por estar en la primera fase de investigación, todavía no se han evaluado los efectos secundarios que pudiesen acompañar la toma del medicamento. Sin embargo, se conoce la inocuidad de la sustancia desde la antigüedad, cuando se empleaba para calmar dolores articulares, migrañas y molestias asociadas a la menstruación.
Luego de esta etapa, se pretende avanzar hacia la experimentación con animales de laboratorio, a fin de determinar la eficacia de la acción del gluconato de magnesio suministrado in vivo. Si el medicamento supera esta prueba, se procederá a realizar un estudio epidemiológico en el cual se incluya al sistema de salud público.
Este proyecto del IVIC ganó recientemente el V Premio de la Cámara Venezolana del Medicamento (Caveme) a la Investigación Médica y Farmacéutica, entregado anualmente para reconocer los avances de la investigación en el país.
20 años de estudio sobre este problema de salud le permitieron al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) proponer una nueva opción de tratamiento, aun en fase experimental, para hacer frente al síndrome que suele aparecer a partir de la semana 20 del embarazo.
Gluconato de magnesio, una posible alternativa de tratamiento para la preeclampsia severa es el nombre del estudio experimental desarrollado por los investigadores del IVIC Fulgencio Proverbio (emérito), Reinaldo Marín (emérito) y Cilia Abad; las profesionales asociadas a la investigación Sandy Piñeira, Desireé Botana y Delia Indira Chiarello; y las estudiantes de pregrado de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) Heliantaly Freitas y Elías Nuñez.
Buscar las placentas en la maternidad, trasladarlas en condiciones especiales al IVIC para evitar su deterioro, inducir en laboratorio condiciones experimentales de preeclampsia a las placentas sanas, hacer los ensayos con las opciones terapéuticas y analizar los resultados obtenidos, fueron parte de las tareas emprendidas por el grupo de investigación para plantear un tratamiento alternativo a la preeclampsia, que incluso podría prevenir su aparición.
“Nuestra idea es encontrar otra sal de magnesio (como el gluconato) que pueda ser administrada oralmente y que además, cumpla una función preventiva al ser tomada desde el inicio del embarazo” explicó Proverbio.
Optimizar el tratamiento
Hasta el momento, no existen métodos para prevenir la aparición de la preeclampsia. Cumplir con el control prenatal más exigente, mantener una dieta baja en sal e indicar un medicamento contra la hipertensión arterial por parte de un especialista, son algunas de las recomendaciones ofrecidas por el personal de salud para disminuir su severidad en caso de que se presente, pues el sulfato de magnesio -uno de los mejores tratamientos farmacológicos disponibles- actúa para evitar síntomas graves, como las convulsiones, que se pueden presentar durante la eclampsia, una de las etapas más graves del síndrome.
El sulfato de magnesio debe ser suministrado por vía endovenosa, debido a que la opción oral produce diarreas que comprometen la salud materna. Además, el tratamiento requiere de estricta vigilancia médica debido al riesgo de sobrepasar los límites de toxicidad.
En cambio, el gluconato de magnesio -que puede ser ingerido oralmente- ha respondido de forma satisfactoria a las primeras pruebas realizadas en laboratorio, lo que sentó las bases para considerar la posibilidad de que en un futuro pueda ser usado eficazmente en el tratamiento de la preeclampsia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la preeclampsia es considerada una de las responsables del 80% de los casos de mortalidad materna.
“El gluconato y sulfato de magnesio actúan sobre dos procesos ocurridos durante la preeclampsia: aumento del estrés oxidativo de las membranas celulares de la placenta y glóbulos rojos, así como la disminución de la actividad de la enzima ATPasa de calcio de las mismas” afirmó Proverbio, quien espera que en la experimentación la sustancia demuestre propiedades para reducir la severidad de los síntomas, en caso de presentarse la condición.
Por estar en la primera fase de investigación, todavía no se han evaluado los efectos secundarios que pudiesen acompañar la toma del medicamento. Sin embargo, se conoce la inocuidad de la sustancia desde la antigüedad, cuando se empleaba para calmar dolores articulares, migrañas y molestias asociadas a la menstruación.
Luego de esta etapa, se pretende avanzar hacia la experimentación con animales de laboratorio, a fin de determinar la eficacia de la acción del gluconato de magnesio suministrado in vivo. Si el medicamento supera esta prueba, se procederá a realizar un estudio epidemiológico en el cual se incluya al sistema de salud público.
Este proyecto del IVIC ganó recientemente el V Premio de la Cámara Venezolana del Medicamento (Caveme) a la Investigación Médica y Farmacéutica, entregado anualmente para reconocer los avances de la investigación en el país.
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