Carolina González dijo que siempre le pidió que no saliera tarde. La novia del reportero contó cómo se enteró del crimen.
"'Me van a robar, me van a robar, no me mates". Eso fue lo que
repitió Jhonny dos veces, pero nunca le pidieron el carro, escuché seis
tiros y después todo quedó en silencio. Me quedé con la llamada abierta,
pero él no volvió a hablar. Después le repiqué y al ver que no
contestaba supe que lo habían matado".
María Carolina González, la novia del periodista Jhonny González, relató en la funeraria cómo fueron los últimos minutos vividos por el reportero del diario Líder, quien fue asesinado en la madrugada del viernes en la calle 4 de la urbanización La Urbina, luego de salir de su trabajo.
La
joven dijo que no escuchó voces y por eso cree que no fue un asalto:
"Le dije a mi mamá que mataron a Jhonny, después llamé a su familia, ni
su mamá ni su papá respondieron los celulares y entonces los marqué a su
casa. Su padre atendió y se marchó rápido para La Urbina. Yo llegué
después y le pedí a la policía que me dejaran tocar a Jhonny, quería
sentir su cuerpo porque sabía que aún estaba caliente".
Recordó que el jueves, pasadas las 11 de la noche, comenzó a conversar con Jhonny,
primero por mensajes de texto, pero luego hubo una pausa porque el
periodista estaba cubriendo una pelea por televisión a esa hora.
"Lo
llamé varias veces al periódico y no pudimos conversar, lo hice por
celular y a la 1:15 de la madrugada alguien le dijo en el periódico que
ya estaba lista la foto. La llamada se cayó y a los dos minutos me mandó
un mensaje. Me preguntó si me buscaba a la casa, pero le dije que no,
que era peligroso porque vivo en el oeste. Siempre le decía que no
saliera tarde del periódico porque era peligroso", aseguró.
Agregó
que esa madrugada estaban resolviendo un problema sentimental: "Me
dijo: 'Caro, vamos a empezar otra vez, vamos a ser felices'. Ahí fue
cuando me dijo que lo iban a matar. Yo no sabía que había salido del
trabajo, no me lo explicó".
La joven recordó que salió de su casa y pidió ayuda a la Policía Nacional para que la llevaran a La Urbina, pero le dijeron que no podían salir de su jurisdicción. Contó que pidió ayuda a un amigo y este la trasladó en una moto.
"Jhonny
era carismático en su oficina, entregado, apasionado con su trabajo, de
sentimientos demasiado puros y noble corazón", manifestó.
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