Libros de pasatiempos, zapatos cómodos, alguna
merienda y un artefacto musical con sus respectivos audífonos, son parte
de los accesorios que portan aquellas personas que con mucha calma y
paciencia esperan conseguir un boleto aéreo para viajar en compañía de familiares o amigos.
Encontrar pasajes en esta temporada para viajar, de unos pocos días a otros, por el Aeropuerto Nacional de Maiquetía Simón Bolívar al interior del país, es casi imposible, pues los tickets se han agotado en su totalidad para los destinos más solicitados.
Quienes laboran en la terminal aérea manifestaron que los boletos están agotados debido a que los viajeros tomaron sus previsiones y adquirieron sus pasajes con un par de meses de anterioridad.
Esta situación constrasta con las declaraciones de voceros de la oposición política del país que aseguran a través de medios de comunicación privados que el país está crisis.
Porlamar, Maracaibo, Puerto Ordaz, Maturín y Barcelona, son los destinos turísticos más solicitados por quienes decidieron darse un escape en esta temporada y disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Las colas para comprar un ticket, y las largas listas de espera en las aerolíneas no se hacen esperar. Obtener el preciado boleto puede implicar un denso proceso que pone a prueba la paciencia de los usuarios.
Agustina Domínguez, usuaria de la
terminal, expresó que tiene día y medio sin moverse del aeropuerto para
conseguir un pasaje con destino a Porlamar, estado Nueva Esparta.
“Estoy agotada porque la espera ha sido larga, pero necesito viajar a Margarita porque
allá están mis hijos y quiero pasar vacaciones con ellos. Mi hermano y
yo estamos pendientes en todas las aerolíneas para ver en cuál falta un
pasajero y puedan venderme el boleto”, dijo.
Destacó la organización y la buena atención que han tenido los trabajadores del aeropuerto.
A un lado de una de las escaleras mecánicas se
encuentra sentado Milton Vásquez, otro de los usuarios que esperan por
la adquisición de un pasaje con destino a Barcelona, estado Anzoátegui.
“Llevo 14 horas sentado esperando que mi nombre
llegue al primer lugar de la lista de espera. Si no se abre la
posibilidad de vuelos especiales es muy difícil conseguir un cupo para
ese destino. Sin embargo, espero tranquilamente y trato de distraerme
conversando con una persona o ingresando a las redes sociales a través
de mi computadora”, refirió.
Explicó que su padre logró irse, pues adquirió su boleto casi tres meses antes del viaje.
“En el aeropuerto nos han tratado muy bien. Todos los que estamos acá
sabemos que nos vinimos a riesgo porque no tenemos la seguridad de
llegar al destino al que queremos viajar”, subrayó.
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