El autismo es un trastorno que no tiene cura y su origen no se conoce
con exactitud. Sin embargo, actualmente existen intervenciones
psicoeducativas que permiten una gran evolución para ayudar a mejorar la
calidad de vida de los pequeños.
El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo se celebra este 2 de
abril, fecha en la que se busca no sólo generar comprensión, sino
también un llamado de acción para ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno. Esta
fecha, identificada con el color azul, fue declarada por la Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el 27 de noviembre
de 2007.
El mensaje de este año del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dice: "insto a todas las partes interesadas a participar en la promoción de los avances prestando apoyo a programas de educación, oportunidades de empleo y otras medidas que ayuden a hacer realidad nuestro ideal común de un mundo más inclusivo".
El autismo es un trastorno que afecta a la comunicación, la interacción social y que presenta patrones estereotipados y/o restrictivos de conducta. Hasta ahora, este trastorno no tiene cura y no se conoce con exactitud su origen, pero existen intervenciones psicoeducativas que permiten una gran evolución en aquellas personas que tienen el acceso a las mismas.
Según especialistas, la tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad.
El autismo ahora puede recibir terapia temprana, mientras tanto los padres deben estar atentos al comportamiento de los niños desde los cuatro años de edad.
Las claves para detectar oportunamente el trastorno son las siguientes:
1- El autista adopta conductas muy rígidas, se aísla, es compulsivo o repite algún movimiento -con las manos, por ejemplo- y es reacio a cualquier cambio o situación nueva. La condición se presenta, generalmente, a partir de los dos años.
2- Al cumplir el año, ¿el niño mantiene el contacto visual con sus padres? ¿atiende a sonidos, palabras o gestos? ¿reconoce objetos y desarrolla otras formas de comunicación de acuerdo con su edad?
3- Cuando juega, ¿el niño lo mira para ver si usted lo está observando? ¿su hijo sonríe o ríe, mientras lo mira?
4- ¿Tiene dificultad para relacionarse con otros niños?
5- ¿Presenta resistencia al cambio? ¿sus risas son indiferenciadas?
6- ¿El niño tiene cambios de humor brusco o no le teme al peligro?
7- ¿El niño no responde a métodos de enseñanza tradicionales?
8- ¿Le dan rabietas frecuentes sin motivo y no responde a indicaciones verbales?
El mensaje de este año del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dice: "insto a todas las partes interesadas a participar en la promoción de los avances prestando apoyo a programas de educación, oportunidades de empleo y otras medidas que ayuden a hacer realidad nuestro ideal común de un mundo más inclusivo".
El autismo es un trastorno que afecta a la comunicación, la interacción social y que presenta patrones estereotipados y/o restrictivos de conducta. Hasta ahora, este trastorno no tiene cura y no se conoce con exactitud su origen, pero existen intervenciones psicoeducativas que permiten una gran evolución en aquellas personas que tienen el acceso a las mismas.
Según especialistas, la tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad.
El autismo ahora puede recibir terapia temprana, mientras tanto los padres deben estar atentos al comportamiento de los niños desde los cuatro años de edad.
Las claves para detectar oportunamente el trastorno son las siguientes:
1- El autista adopta conductas muy rígidas, se aísla, es compulsivo o repite algún movimiento -con las manos, por ejemplo- y es reacio a cualquier cambio o situación nueva. La condición se presenta, generalmente, a partir de los dos años.
2- Al cumplir el año, ¿el niño mantiene el contacto visual con sus padres? ¿atiende a sonidos, palabras o gestos? ¿reconoce objetos y desarrolla otras formas de comunicación de acuerdo con su edad?
3- Cuando juega, ¿el niño lo mira para ver si usted lo está observando? ¿su hijo sonríe o ríe, mientras lo mira?
4- ¿Tiene dificultad para relacionarse con otros niños?
5- ¿Presenta resistencia al cambio? ¿sus risas son indiferenciadas?
6- ¿El niño tiene cambios de humor brusco o no le teme al peligro?
7- ¿El niño no responde a métodos de enseñanza tradicionales?
8- ¿Le dan rabietas frecuentes sin motivo y no responde a indicaciones verbales?
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