Vecinos de zonas populares pierden
hasta tres horas para adquirir gas doméstico o le pagan a un tercero
para que haga la diligencia.
En la calle La Rangela, casco central de Antímano, hace más de dos años
el camión distribuía las bombonas de gas casa por casa. Ahora los
vecinos tienen que zanquear de un lugar a otro para asegurar el gas
doméstico. Van a la avenida Morán, a La Vega o al llenadero de Macarao.
En la plaza Bolívar de Antímano y en Santa Ana (Intercomunal de
Antímano) es raro el día que no se forman colas (con más de 70 personas)
para esperar al camión que distribuye las bombonas.
"Son más de tres horas perdidas y a veces nos vamos con las manos vacíos", cuenta Jonathan Morillo, vecino de Antímano. Por eso, la semana pasada cerraron la calle en Santa Ana pues el gas no llegó.
Por falta de tiempo y para no tener que lidiar con este ruleteo por llenaderos de gas y bodegas clandestinas algunas personas optan por pagarle a un tercero para que haga la diligencia. Es el caso de Andrés Valera que, sin un trabajo fijo, encontró una forma de rebusque persiguiendo las bombonas para los vecinos de su cuadra.
Llega a tener hasta 20 pedidos, le pagan por el mandado y por la espera. No es un trabajo fácil. "Empiezo a hacer la cola a las 5 de la mañana y a veces a las 9 a.m. no he podido comprar. Otras veces pierdo más de tres horas porque no va el camión. Cargo una carretilla donde caben cuatro bombonas para llevar los pedidos".
Hay días que la gente de Carapita para el camión y no lo dejan llegar a Antímano, se queja Valera.
Francisco Javier Barrios, dirigente comunitario de Antímano, comenta que el gas es un servicio básico muy económico (la bombona está regulada a Bs 5) pero que en la práctica se ha vuelto caro "porque las personas pierden mañanas enteras para comprar una bombona, se ha convertido en una cacería".
Esta crisis también la han sentido los particulares que tienen ventas de gas en sus casas. La dueña de una bodega en Antímano, que pidió no ser identificada, cuenta que a las 6 de la mañana ya hay personas tumbándole la puerta para ver si tiene gas. "Antes me despachaban las bombonas dos veces a la semana pero ahora pasan hasta cuatro semanas que no me traen nada. Me dicen que las gandolas están malas, que no llega suficiente gas a la compañía y que a los trabajadores no le pagan lo que le deben".
Vecinos de Macarao también reiteraron que problemas con el contrato colectivo de los empleados de Pdvsa Gas ha estado afectando la distribución del gas y ha sido el motivo de los retrasos.
Desde el llenadero de Macarao, Pedro Bolívar dijo que a las 4 de la mañana empieza a trabajar esa planta. Explicó que los retrasos en la distribución tienen su origen en que los obreros están descontentos porque el contrato colectivo está vencido. "Se están haciendo reuniones pero faltan muchas cláusulas económicos por discutir y los trabajadores están esperando su contrato". Denuncian salarios paupérrimos, algunos tienen salarios semanales que oscilan entre Bs 720 y 750.
Cansados de esperar desde las 6 a.m. en plena avenida con las bombonas, sin saber a ciencia cierta cuando llegaría el camión, los vecinos del consejo comunal Samán de Las Nieves en Macarao, después de varias reuniones con los encargados de los llenaderos, llegaron a un acuerdo para que el camión PDV Comunal distribuya el gas todos los martes. Ayer llegó tarde (a las 10 de la mañana), los vecinos lo esperaban desde las 8 de la mañana.
"La comunidad organizada logró llegar a un acuerdo con los distribuidores. Hoy se distribuyeron 122 bombonas a precio justo (Bs 10) porque hay muchos revendedores que venden la bombona en 25 y hasta 30 Bs", dijo Yalitza Linares.
Sin embargo, por las dificultades para adquirir gas, a los revendedores de bombonas le llueven los clientes. La dueña de la bodega en Antímano suministra gas a personas de Mamera, La Pastora, La Vega, a los informales que venden comida en la redoma de La India y en Bellas Artes.
"Son más de tres horas perdidas y a veces nos vamos con las manos vacíos", cuenta Jonathan Morillo, vecino de Antímano. Por eso, la semana pasada cerraron la calle en Santa Ana pues el gas no llegó.
Por falta de tiempo y para no tener que lidiar con este ruleteo por llenaderos de gas y bodegas clandestinas algunas personas optan por pagarle a un tercero para que haga la diligencia. Es el caso de Andrés Valera que, sin un trabajo fijo, encontró una forma de rebusque persiguiendo las bombonas para los vecinos de su cuadra.
Llega a tener hasta 20 pedidos, le pagan por el mandado y por la espera. No es un trabajo fácil. "Empiezo a hacer la cola a las 5 de la mañana y a veces a las 9 a.m. no he podido comprar. Otras veces pierdo más de tres horas porque no va el camión. Cargo una carretilla donde caben cuatro bombonas para llevar los pedidos".
Hay días que la gente de Carapita para el camión y no lo dejan llegar a Antímano, se queja Valera.
Francisco Javier Barrios, dirigente comunitario de Antímano, comenta que el gas es un servicio básico muy económico (la bombona está regulada a Bs 5) pero que en la práctica se ha vuelto caro "porque las personas pierden mañanas enteras para comprar una bombona, se ha convertido en una cacería".
Esta crisis también la han sentido los particulares que tienen ventas de gas en sus casas. La dueña de una bodega en Antímano, que pidió no ser identificada, cuenta que a las 6 de la mañana ya hay personas tumbándole la puerta para ver si tiene gas. "Antes me despachaban las bombonas dos veces a la semana pero ahora pasan hasta cuatro semanas que no me traen nada. Me dicen que las gandolas están malas, que no llega suficiente gas a la compañía y que a los trabajadores no le pagan lo que le deben".
Vecinos de Macarao también reiteraron que problemas con el contrato colectivo de los empleados de Pdvsa Gas ha estado afectando la distribución del gas y ha sido el motivo de los retrasos.
Desde el llenadero de Macarao, Pedro Bolívar dijo que a las 4 de la mañana empieza a trabajar esa planta. Explicó que los retrasos en la distribución tienen su origen en que los obreros están descontentos porque el contrato colectivo está vencido. "Se están haciendo reuniones pero faltan muchas cláusulas económicos por discutir y los trabajadores están esperando su contrato". Denuncian salarios paupérrimos, algunos tienen salarios semanales que oscilan entre Bs 720 y 750.
Cansados de esperar desde las 6 a.m. en plena avenida con las bombonas, sin saber a ciencia cierta cuando llegaría el camión, los vecinos del consejo comunal Samán de Las Nieves en Macarao, después de varias reuniones con los encargados de los llenaderos, llegaron a un acuerdo para que el camión PDV Comunal distribuya el gas todos los martes. Ayer llegó tarde (a las 10 de la mañana), los vecinos lo esperaban desde las 8 de la mañana.
"La comunidad organizada logró llegar a un acuerdo con los distribuidores. Hoy se distribuyeron 122 bombonas a precio justo (Bs 10) porque hay muchos revendedores que venden la bombona en 25 y hasta 30 Bs", dijo Yalitza Linares.
Sin embargo, por las dificultades para adquirir gas, a los revendedores de bombonas le llueven los clientes. La dueña de la bodega en Antímano suministra gas a personas de Mamera, La Pastora, La Vega, a los informales que venden comida en la redoma de La India y en Bellas Artes.
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